La crisis del coronavirus y el estado de alarma decretado por el Gobierno de España han robado todo el protagonismo a la plaga de termitas subterráneas Reticulitermes flavipes, cuya extinción supone un gran reto a medio y largo plazo para municipios como Tacoronte y La Laguna. Pese a que las restricciones por el Covid-19 han obligado a suspender el servicio de recogida de enseres y maderas afectadas por la plaga, que se iba a poner en marcha estos días en Tacoronte en el solar habilitado en Parque Atlántico, la concejala de Medio Ambiente, Carmela Díaz (SSP), aclara que la lucha contra la plaga no se detiene y Tragsa continúa con sus planes de instalación de portacebos para acabar con estos insectos.

"Estábamos pendientes de hacer público el protocolo para el tratamiento de enseres y restos vegetales y de madera afectados por la plaga, pero todo se ha parado ahora por el coronavirus. Las bandejas metálicas donde se depositarán estos propágulos -elementos capaces de propagar la plaga por albergar termitas vivas- ya están en el solar cedido al Cabildo de Tenerife, pero la puesta en marcha del servicio de recogida puerta a puerta tendrá que posponerse", lamenta la edil.

Sin embargo, esta paralización de la gestión de los residuos peligrosos, que pretende evitar la expansión de la plaga a otras zonas de la isla, no supone la paralización completa de los trabajos. "La erradicación sigue en marcha y Tragsa continúa con los trabajos previstos", insiste la concejala.

Acciones en el solar. En el propio solar destinado a albergar esos residuos o propágulos ya se han colocado unos 75 portacebos con termiticida (hexaflumurón), aunque no está previsto que los restos entren en contacto con el suelo, por lo que el riesgo de contaminación accidental será mínimo. Sólo en esta parcela se colocarán alrededor de un centenar de portacebos.

"La parcela estará constantemente vigilada y los portacebos serán renovados. Con lo que ya se ha hecho en ese lugar -añade la concejala-, la cantidad de termitas está disminuyendo, según nos informan los técnicos".

Cuando se retome la recogida de residuos y enseres, la idea es llevar allí sólo restos de poda y elementos de madera, "que se astillarán con una trituradora, algo que ya podría acabar con los insectos, pero a pesar de que con eso podría bastar, le darán un tratamiento secundario con biocidas o lejía. Ni los propágulos ni las astillas estarán en contacto con el suelo", insistió Díaz.

Este terreno se ubica en la denominada zona cero de la plaga, la urbanización Parque Atlántico, que es el lugar donde se detectó la presencia de la Reticulitermes flavipes. En este entorno, Tragsa prevé instalar unos 650 portacebos con hexaflumurón. El mayor despliegue del municipio.

En esta urbanización se ubica el parque, donde se han realizado varias comparecencias públicas, que se considera el mayor reservorio de la plaga. "Es la zona donde se considera que hay una mayor cantidad de termitas y para acabar con ellas se han repartido decenas de portacebos", detalla la concejala.

"Con esos 650 nuevos portacebos, Tragsa tiene el objetivo de hacer colapsar el foco inicial de la plaga, del que parten todos los demás termiteros. Porque esta termita conecta los termiteros entre sí y eso permitirá que el tratamiento se expanda", explica Carmela Díaz .

Tratamiento de choque. La Urbanización Parque Atlántico será la primera zona de Tacoronte recibirá este gran tratamiento de choque, por considerarse el lugar que concentra la mayor cantidad de insectos y termiteros, a juicio de los técnicos que se encargan del plan. "Se colocarán 650 cebos en todas las calles de la zona, lo que garantizará que las termitas no vuelvan a las viviendas. Será un lugar completamente protegido", explicó Díaz en el pleno ordinario de este mes.

El alcalde tacorontero, José Daniel Díaz (NC), aseguró recientemente que el tratamiento que se aplicará en esta zona de Tacoronte "es el mayor que se ha desarrollado nunca en España, ya que en ningún otro lugar se ha dado una concentración tan grande de cebos, según nos han explicado los técnicos de la empresa". Recordó que ese entorno se había convertido en el reservorio que provocada afecciones continuas en viviendas de la zona. De ahí la importancia de actuar con contundencia en esta urbanización de la costa tacorontera.

La plaga de termitas subterráneas Reticulitermes flavipes en Tacoronte y La Laguna se convirtió en noticia en junio de 2017, pero estos insectos originarios de Estados Unidos se asentaron en Tenerife mucho antes, al menos en 2005, cuando se detectaron por primera vez en una casa de una urbanización de lujo en la costa de Tacoronte. Las temidas termitas invasoras llevan al menos 14 años reproduciéndose en el subsuelo, creando nuevos termiteros y avanzando bajo tierra o durante su fase alada, que comenzará en los próximos meses. Llevan años haciéndose fuertes y se tardará años en erradicarlas, si es que aún es posible.

La llegada de la plaga. La fecha de la posible llegada de la plaga de termitas Reticulitermes flavipes a Tacoronte la dio el catedrático de Parasitología de la ULL, exdirector del Instituto de Enfermedades Tropicales de Canarias y vecino de la zona afectada, Basilio Valladares, en 2019. Públicamente desveló que un familiar erradicó la plaga de su chalé en una urbanización de la costa de Tacoronte en 2005.

Entre 2007 y 2008 continuaron apareciendo casos de viviendas afectadas en la misma urbanización de Juan Fernández, cerca de la Sociedad Tagoro, pero aparentemente lograron controlarse y la plaga no trascendió.

En 2009, el experto David Mora realiza un tratamiento conjunto en la urbanización Parque Atlántico, en Tacoronte, para acabar con las termitas subterráneas. Utiliza hexaflumurón y erradica la plaga en las casas, aunque aún desconocía que se trataba de la Reticulitermes flavipes.

La plaga continúa su silenciosa expansión entre 2010 y 2013 con apariciones puntuales en viviendas particulares que son tratadas por diferentes empresas, sin que el problema trascienda del ámbito privado ni se detecte que se trata de una especie introducida. La presencia de numerosas fincas e invernaderos abandonados ayudó a que su expansión no generara alarma.

En 2014, la plaga comienza a aparecer en viviendas ubicadas a entre 1 y 2 kilómetros del foco inicial. Se sigue tratando de forma privada como una plaga común de termitas. En diciembre de 2016, en plena fase alada, David Mora empieza a sospechar de que podría tratarse de una especie invasora porque sus alas son más transparentes que las de especies conocidas en Canarias y la península. Las detecta fuera de la urbanización que ya trató en 2009.

En marzo de 2017, Mora envía varios ejemplares de termitas halladas en Tacoronte para su análisis genético en la Universidad de Tours, en Francia, donde se confirma que se trata de la Reticulitermes flavipes. Unos meses después, en junio, Mora, a través de la empresa Anticimex, hace público un comunicado en el que alerta de la presencia de esta dañina termita subterránea en la isla de Tenerife. La noticia no moviliza a las administraciones públicas.

El primer artículo científico. En diciembre de 2018, la prestigiosa Journal of Applied Entomology publica el artículo científico que confirma al mundo la presencia de esta plaga en zonas de Tacoronte, La Laguna y Arona. Sus autores son el biólogo David Hernández Teixidor, David Mora, Daniel Suárez y Javier García. La preocupación crecía entonces entre la población.

La presión social y mediática empezó a dar frutos en febrero de 2019, el Ayuntamiento de Tacoronte anuncia el inicio del primer estudio para conocer la extensión de la plaga y una partida de 200.000 euros para ayudar a los vecinos con propiedades afectadas. Se hace público el debate sobre el uso del hexaflumurón o el diflubenzurón. La sociedad tacorontera se moviliza por lo que consideran inacción de las administraciones públicas. Tacoronte Participa presenta una denuncia en Fiscalía, recientemente archivada, y una queja ante el Diputado del Común, y organiza una manifestación en marzo. En verano concluye el primer estudio sobre la expansión de la plaga en Tacoronte y se crea un colectivo de afectados. En septiembre ya se pueden pedir las ayudas municipales para actuar contra la plaga en viviendas. Hay 50 solicitudes.

La consejera de Gestión del Gestión del Medio Natural y Seguridad del Cabildo de Tenerife, Isabel García Hernández (PSOE), adjudica a Tragsa la colocación de más de 4.000 cebos para atajar y mermar la plaga en Tacoronte y La Laguna. Los trabajos, que comenzaron en diciembre de 2019, son el mayor tratamiento emprendido hasta ahora en el mundo contra una plaga de termitas subterráneas Reticulitermes flavipes. Nunca antes se había afrontado el reto de erradicar este tipo de termitas en una superficie tan grande como las 250 hectáreas que se consideran afectadas entre los municipios de Tacoronte y La Laguna. Tres meses después, esos trabajos continúan.