"Sumamos pérdidas día tras día, la situación es dramática, desesperada, de quiebra total". Con estas palabras expresa el director-gerente de la Asociación de Cosecheros de Flores y Plantas Vivas de Canarias (Asocan), Antonio López, la situación que la crisis derivada de la irrupción del Covid-19 en la Isla está dejando en su sector. Con todos sus puntos de venta minorista cerrados desde que el pasado sábado se decretó el estado de alarma, los cosecheros ven cómo no pueden parar la producción, ya que "no es una fábrica de tornillos" pero tampoco pueden darle salida a su mercancía. Algo que hace peligrar un negocio que mueve al año unos 50 millones de euros y da trabajo a 1.800 personas.

De esta manera, el sector ha perdido por completo la campaña del Día del Padre, que según asegura López mueve unos cuatro millones de euros al año. Y tampoco tienen claro que puedan recuperarse para otra de las campañas más importantes del año, la del Día de la Madre, que supone un 20% de la facturación anual.

López explica que no solo ha caído totalmente el consumo interior sino que también se ha desplomado la exportación. "En esta época del año se exportaban entre cinco y diez contenedores a la semana como mínimo y se ha quedado en nada", asume. Con las cámaras llenas, López lamenta que en muy poco tiempo "tendremos que empezar a picar flores".

Por ahora, las medidas que se han puesto sobre la mesa para tratar de mitigar la caída de ventas de este sector, como el envío de flores a domicilio o su exposición en grandes superficies que sí tienen permitido abrir, no le parecen suficientes.

Por eso, el sector reclama ayudas a las administraciones que sirvan para paliar las consecuencias de esta crisis. "No sabemos si podremos acogernos a las que ya se han anunciado", señala y afirma que es necesario "que los ERTE de las ramas agrarias se consideren todos de fuerza mayor", porque "aunque nosotros somos sector primario, no tenemos un producto de primera necesidad".

López expone que las perspectivas que tiene el sector una vez pase lo más dramático de la crisis sanitaria tampoco son buenas. "Con la crisis económica que vendrá después y los desempleados que va a haber quién va a pensar en comprar flores", evidencia el director de Asocan.

Por eso, bajo su punto de vista la única fórmula para que el sector no desaparezca "es que nos quiten obligaciones tributarias y de la seguridad social". López manifiesta que los productores "no tienen liquidez", por lo que también reclama que se agilice el pago de ayudas de la pasada campaña como el Posei y la que reciben por el transporte de mercancías.