En el Polígono Industrial de Granadilla de Abona persisten los vertidos que llegaron a formar una laguna a escasa distancia del mar. Es el producto de muchos años de escasa o nula atención a este problema, si bien fue en 2017 cuando el asunto llegó al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona). Fue el colectivo Foro Canario contra la Incineración el que puso en conocimiento de este departamento de la Guardia Civil la existencia de este vertido de aguas insalubres. Pero su origen data del ejercicio de 2012.

En abril de ese año, en plena Semana Santa, el Foro contra la Incineración ya denunció y documentó (con imágenes y vídeo) que "un grupo de campistas se vio rodeado, en cuestión de minutos, por aguas residuales altamente pestilentes en el Polígono Industrial de Granadilla". Una denuncia pública que este colectivo volvió a exponer en 2014 ante la evidencia de que se estaba formando lo que este año es una laguna pestilente.

Se trata de un espacio de más de mil metros cuadrados en los que fluye un "riachuelo" formando una charca en torno a la cual nació un cañaveral y que se convirtió en un punto de descanso de aves migratorias, muchos de cuyos ejemplares nunca pudieron abandonar el lugar.

La solución a la que apuntan todos, autoridades y colectivos sociales y ecologistas, es la estación depuradora de aguas residuales industriales (EDARI). Actualmente, el Proyecto de finalización de conducción de desagüe y nueva EDARI Granadilla de Abona cuenta con informe de impacto ambiental, con algunos condicionantes subsanables.

La gestión municipal

Desde el gobierno municipal de Granadilla de Abona se informa de que han mantenido reuniones con el Consejo Insular de Aguas de Tenerife (CIATF) y con la Consejería de Desarrollo Sostenible para buscar una solución. En ese sentido, las autoridades municipales aseguran que han enviado una propuesta consistente en "realizar un pozo filtrante para depurar las aguas de ese estanque", una infraestructura que sería ejecutada cuando disponga de la preceptiva autorización. Previamente, se dispondrá de "una depuradora provisional" para tratar esas aguas antes del filtrado al pozo.

Marcos José González Alonso (PP) es el concejal responsable de Servicios Generales y Medio Ambiente, departamento desde el que "se está a la espera de las autorizaciones pertinentes por el Consejo Insular de Aguas". Pero en este asunto, como en el resto, la situación de crisis sanitaria generada por el coronavirus obliga a que el procedimiento en curso haya sido paralizado.

"La obra definitiva llegará cuando finalice la depuradora de aguas residuales industriales del Polígono de Granadilla de Abona, cuyas obras se encuentran ya en proceso de licitación".

Objetivo de la EDARI

Se trata de una construcción cuyo servicio es depurar las aguas procedentes de la mayor parte del Polígono Industrial de Granadilla, así como las procedentes del puerto situado junto a este complejo y del llamado Sector DISA, en la misma área industrial. Esa infraestructura sustituirá al pozo absorbente actualmente en uso. Asimismo, se trata de completar la conducción de desagüe hasta el emisario submarino que se apoya en el nuevo muelle del puerto de Granadilla.

Llama la atención que esta laguna pestilente no figura en el censo oficial de vertidos de tierra al mar de la Consejería de Transición Ecológica y Lucha contra el Cambio Climático del Gobierno de Canarias. De hecho, el órgano encargado de su control y seguimiento es el Consejo Insular de Aguas de Tenerife (CIATF) .