Poco a poco regresan a Canarias los viajeros de las Islas que habían quedado varados en distintos lugares del país por la oleada de cancelaciones efectuadas por Vueling tras la declaración del estado de alarma a causa del coronavirus. Hasta la tarde de ayer eran algo más de 200 los que habían conseguido volver, según los datos de la Consejería de Obras Públicas, Transportes y Vivienda del Gobierno regional, aunque permanecía la incógnita sobre la cifra total de afectados -cientos, en cualquier caso-, dado que la aerolínea, desbordada y volcada en la gestión de la crisis, no estaba en condiciones de precisarla.

Las cancelaciones de Vueling se sucedieron desde la misma noche del sábado, cuando entró en vigor el real decreto ley que contiene las medidas en que se concreta el estado de alarma. Solo hasta el lunes se habían suspendido 24 vuelos. Las quejas de los canarios bloqueados en la Península por la medida adoptada por la compañía aérea no se hicieron esperar, y derivaron en la actuación de la Consejería, cuyo titular, Sebastián Franquis, se puso en contacto con la empresa para que agilizara el retorno. Desde entonces, ha vuelto ese algo más de dos centenares de viajeros, desde destinos como Girona, Málaga, Asturias o Sevilla, aunque todavía quedan "bastantes" por volver, según fuentes del departamento del Ejecutivo canario. El propio Gobierno ha acordado una drástica reducción de las conexiones aéreas con el Archipiélago para frenar la propagación del Covid-19 que podría complicar aún más las operaciones.

Desde la aerolínea explican que la política aplicada ante esta situación incluye tres opciones. La primera consiste en dar la posibilidad al pasajero de cambiar su vuelo por el siguiente o por el más cercano en el tiempo que exista, lo que en algunos casos puede implicar una espera de varios días. También se puede devolver íntegramente el dinero de la reserva en el caso de que el cliente prefiera intentar volver con otra compañía. Finalmente, en los "casos más sensibles" -personas mayores o menores, principalmente- se trata de reubicar a los viajeros "con urgencia".

Esta última fue la alternativa escogida para un grupo de 81 jubilados procedentes de Tenerife, Gran Canaria y La Palma que viajaron con el Imserso a Lloret de Mar -antes de que se suspendiera el programa de vacaciones para mayores- y, además de pasar los últimos días de su estancia confinados en el hotel, se encontraron con que Vueling había cancelado sus vuelos de regreso. La noticia les llegó el pasado jueves, antes incluso de que se decretase el estado de alarma. Su marcha estaba prevista para el lunes. Como las gestiones ante la aerolínea para adelantar la vuelta resultaron infructuosas, el colectivo -en el que había personas necesitadas de medicación- recurrió a las instituciones canarias -el Gobierno, el Cabildo grancanario y el Diputado del Común- y a los medios de comunicación. La presión ejercida y la "solidaridad, tranquilidad y actitud positiva" del grupo, relata Carmen Eugenio, una de sus integrantes, permitieron que finalmente los vuelos partieran la misma noche del lunes.