El Ayuntamiento de La Orotava espera que en este mandato se concrete la inversión externa para dos vías claves para el desarrollo y el futuro del municipio: la última fase de la TF-21 o carretera de los altos, presupuestada en 38 millones de euros y anunciada hace varios años, y la nueva vía de circunvalación del casco, planificada desde finales del siglo XX, aún sin proyecto técnico y con un coste estimado de más de 80 millones de euros.

El alcalde villero, Francisco Linares (CC), explicó a EL DÍA antes de la declaración del estado de alarma por el coronavirus que la obra de la TF-21 está pendiente del nuevo gobierno del Cabildo de Tenerife, "que hace un mes y medio nos solicitó informes nuevos, que ya se enviaron, y ahora estamos a la espera de los últimos informes del Cabildo, uno de ellos de Simpromi, antes de que se defina la fórmula de sacar a concurso una obra que tiene un coste total de 38 millones de euros".

El Ayuntamiento de La Orotava debe aportar el 20% de este presupuesto, unos 7 millones de euros. "Es necesario encajar esas aportaciones en los presupuestos de los próximos años", apuntaba Linares. La última fase de la TF-21 se centra en un trazado de unos 6 kilómetros entre Barroso y Cañeño. Este tramo requerirá la cesión o expropiación de 282 terrenos, una vivienda y un garaje, unos bienes valorados inicialmente en 1,3 millones.

Para el alcalde villero, "lo primero que hay que poner en marcha es la expropiación de los terrenos y bienes necesarios. Veo buena predisposición en el consejero insular Enrique Arriaga y seguiremos trabajando porque para nosotros es una obra prioritaria, aunque va a durar más allá del presente mandato. Es una deuda pendiente con los altos de La Orotava", una zona en la que residen más de 8.000 personas y que, además, sirve como unos de los principales accesos al Parque Nacional del Teide.

Respecto a la nueva vía variante o vía de ronda, el alcalde reconoce que sigue pendiente de que el presidente del Gobierno de Canarias le dé cita para poderle plantear su petición de que esta obra sea de interés regional. "No es una actuación sólo insular, ya que entiendo que se convertirá en el primer tramo del acceso al Parque Nacional del Teide, y será una actuación clave para nuestras aspiraciones como Patrimonio Mundial, pues nos permitirá peatonalizar calles del casco histórico", detalla el alcalde.

"Actualmente, nuestras calles centrales son las vías que se usan para acceder al Parque Nacional del Teide -afirma Linares-, así que incluso se podría solicitar que se incluyera en futuros acuerdos o convenios de carreteras con el Estado, ya que su coste se estima entre 80 y 100 millones de euros". Un coste muy superior al que se había barajado hasta la fecha y que rondaba los 30 millones de euros.

Esta vía de ronda es un proyecto que se inició en los últimos años del siglo XX, se incluyó en el PGO de 2003 y se mantendrá en el que se tramita actualmente.