La esperada recuperación por parte del Ayuntamiento de La Orotava de las instalaciones del mirador de Humboldt, cerrado por orden judicial desde julio de 2014, se retrasa dos meses más. El alcalde villero, Francisco Linares (CC), confirma que el Ayuntamiento tendrá que esperar ahora hasta el 22 de mayo para recuperar por fin el mirador. El juzgado que lleva el caso había fijado esa fecha para el día 27 de marzo, pero el juez ha retrasado de nuevo la fecha por razones que desconoce el consistorio.

La justicia ya permitió a la empresa acceder al mirador el mes pasado para retirar sus propiedades y, en el plazo de dos meses, permitirá al consistorio acceder libremente al edificio. Linares ha mantenido que el consistorio, en cuanto recupere el inmueble, valorará su estado actual, lo limpiará y ordenará, "porque hasta ahora no hemos podido ni acceder. Hemos sido depositarios de las llaves, pero teníamos la prohibición expresa de entrar en las instalaciones. No se nos ha permitido ni siquiera limpiar".

La intención del grupo de gobierno (CC) era sacar a concurso público el mirador "lo antes posible", pero esta decisión judicial supone un nuevo revés para las intenciones municipales.

A partir del 22 de mayo, si no se produce ningún nuevo cambio de fecha, el gobierno local espera intervenir en el inmueble y poner en marcha un nuevo concurso de adjudicación, pero con un cambio respecto a la última y ruinosa concesión administrativa: la planta baja, donde se ubicó un restaurante, se cederá al Gobierno de Canarias para que habilite allí el Centro de Interpretación del cercano Bien de Interés Cultural (BIC) de la Cueva de Bencomo.

Pese a este inesperado retraso, el consistorio mantiene la intención de poner en marcha el nuevo concurso público "en el menor tiempo posible", a partir de la recuperación y valoración del estado de un inmueble abandonado a su suerte durante casi seis años.

Linares ha insistido en que la situación de este inmueble, clausurado por orden judicial desde julio de 2014, no es achacable al Ayuntamiento villero. Su cierre judicial se debe a un conflicto entre la empresa y sus trabajadores.

La intención del Consistorio villero era sacar la nueva concesión a concurso durante "lo que queda de 2020", de manera que la reapertura del mirador pudiera hacerse realidad durante el año 2021. Este retraso de dos meses no supone, de momento, un cambio en este objetivo general.

La historia del nuevo mirador de Humboldt arrancó en 1999, cuando el Cabildo de Tenerife decidió invertir más de 1,5 millones de euros en una obra que se demoró hasta 2005 y que suscitó numerosas críticas por su coste y diseño. El Ayuntamiento villero asumió la instalación y la adjudicó a la empresa Teidesoft en el año 2006. Entonces se inició una costosa y discutida reforma por defectos de fabricación y vandalismo, así como otras mejoras no autorizadas, que retrasaron su apertura hasta el año 2010.

Durante 2010 se renegoció un polémico contrato con Teidesoft con una duración de 30 años, con cinco de carencia, que ya acabaron en 2015, y con una renta mensual de apenas 1.500 euros a partir de 2016. Una pequeña cantidad mensual por el alquiler del mirador, dotado con cafetería, restaurante, tienda y terraza, que el Consistorio villero nunca recibió.

El mirador de Humboldt se inauguró en diciembre de 2010, pero después de apenas tres años y medio en funcionamiento, en los que no cesaron los conflictos, los pleitos laborales y los cambios irregulares en su gestión, se cerró e intervino. Durante estos casi seis años de cierre, el Ayuntamiento villero ha tratado sin éxito de recuperar el inmueble. En abril de 2018 se emitió una propuesta de resolución del contrato de arrendamiento por impago del canon.

Aquel decreto municipal citaba informes jurídicos de abril de 2018 que señalaban que "Teidesoft había procedido al subarriendo del mirador, de propiedad municipal, sin la autorización del Ayuntamiento". Pese a estos incumplimientos, la justicia sigue demorando, ahora dos meses más, la devolución del mirador a su legítimo propietario: el Consistorio de La Orotava.