Mientras la tranquilidad se adueñó durante toda la mañana en el Mercado Nuestra Señora de África, en La Laguna la dirección del mercado decidió controlar el acceso al interior debido a que se trata de un recinto mucho menos espacioso, lo que lo convierte en un posible foco de propagación del coronavirus. A pesar de la medida las compras se han podido realizar sin ningún tipo de inconveniente, eso sí, con un poco más de incomodidad y con la imagen de ciudadanos guardando cola en mitad de la plaza del Cristo armados de mucha paciencia en espera de que les toque por turnos.

Sorpresa inicial

A pesar de la sorpresa inicial, la iniciativa se tomó con resignación y mucho más después de comprobar que la renovación de grupos tras la entrada de clientes era bastante ágil y razonable. Se trata de una situación muy diferente a la vivida en la Recova santacrucera, lugar en donde desde primera hora de la mañana los vecinos y visitantes pudieron disfrutar sin restricciones y con absoluta normalidad de los productos frescos o envasados expuestos. La única distorsión fue la suspensión de las actividades programadas para ayer "siguiendo las recomendaciones del Gobierno de Canarias".

Sobre ello, la presidenta de la Cooperativa del Mercado Nuestra Señora de África y gestora de Cafetería Monehiba, Estefanía Martín, apuntó que "está todo normal. La gente tiene respeto, pero no miedo, por lo que sigue viniendo y comprando. Eso sí, hay que tener en cuenta las recomendaciones", manifestó, para recordar que "los mercados de España estarán abiertos mientras dure la crisis".

Juan Dorta, responsable de Hermanos Dorta, señaló que "las ventas han subido porque la gente quiere acaparar y guardar en el congelador. No existe alarma, pero si la demanda supera a la oferta podría haber alguna escasez. De momento no es así".

Con normalidad

María del Carmen Carlos, de la Pastelería-Panadería Juan Pedro, explicó que "la crisis del coronavirus la estoy viviendo con normalidad". "No he hecho las compras extraordinarias, tengo mis animales y todo completamente normal. En mi opinión, creo la gente no ha escuchado bien la información que nos han dado", matizó. El propietario de la Frutería Rafa, Rafael Castillo, aseguró que "los clientes está muy preocupados y eso se vio el viernes, que normalmente cerramos a las 14:30 horas, lo hicimos a las 16:00. Ha existido algo de alarma". Por último, Esther López, de Vinos-Cerveza-Tabacos Sentidos, dijo que "con la crisis se ha notado algo de parón excepto el viernes con la alimentación, pero en ningún caso he notado algo de alarmismo en los clientes que vienen al mercado. Nosotros estamos muy tranquilos y seguiremos exáctamente igual", dijo.