Cada turista que visita la Isla gasta el doble de agua que un residente durante sus vacaciones. De media, un visitante consume 289 litros al día, frente a los 142 de cada isleño. Este es uno de los resultados alcanzados por el estudio Agua y turismo en Tenerife, que analiza la gestión de este recurso en el sector turístico tinerfeño, uno de los más importantes para la Isla.

Carmen Inés Ruiz es una de las investigadoras que ha participado en este estudio y afirma que una correcta gestión del agua, un bien escaso en la Isla, es algo fundamental si se quiere mantener esta actividad. "Se derrocha más cuando se está de vacaciones", valora, por lo que la concienciación tanto de los establecimientos hoteleros como de los propios turistas es determinante para "acercar el gasto a la media del consumo de la población local".

El agua es un recurso escaso, no solo en Tenerife sino en todo el Archipiélago. Una buena parte proviene de las galerías, así como de la producción de agua desalada. Las precipitaciones cada vez son más limitadas y la Isla lleva ya varios años con unos niveles de precipitaciones inferiores a la media.

Por eso, la gestión que haga una de las principales industrias económicas es determinante. "No tenemos reservas, la desalación y la depuración es lo que nos está salvando", determina Ruiz, quien añade que el correcto uso de este recursos "es la única opción", algo de lo que asegura cada vez son más conscientes los alojamientos turísticos y que muchos ya están implementando medidas para ahorrar agua.

Para poder analizar la gestión que hacen los establecimientos vacacionales de este recurso en la Isla, los investigadores se pusieron en contacto con varios hoteles del Norte, Sur y área metropolitana, que a través de encuestas y entrevistas trasladaron sus resultados.

"Hemos podido determinar, por ejemplo, que a mayor categoría del hotel mayor es su consumo", señala Ruiz. De esta manera, el gasto de agua de un alojamiento de cinco estrellas puede ser hasta un 150% más que el de uno de cuatro, elevándose el consumo medio en el de la máxima categoría a unos 577 litros.

A diferencia de lo que pueda parecer, el análisis evidenció que la presencia de espás, lavanderías, jardines y piscinas no influye significativamente en el consumo por pernoctación. En este sentido, Ruiz afirma que por ejemplo en el caso de las piscinas "el agua no se renueva constantemente, aunque explica que los hoteles cada vez están más concienciados y buscan fórmulas para que la presencia de este tipo de infraestructuras e instalaciones sea más sostenible. "Hemos podido constatar como se están llevando a cabo políticas de reducción de la profundidad de las piscinas para ahorrar en este recurso", asegura.

En el caso de los jardines, Ruiz evidencia que hace unos años la tendencia era poner vegetación que demanda mucho riego y no está adaptada a la Isla. "Ahora cada vez más se intentan utilizar plantas autóctonas", afirma.

En cuanto a las medidas de ahorro más utilizadas por los establecimientos hoteleros de la Isla se encuentra la promoción del uso eficiente del agua entre sus clientes, así como entre sus empleados y también la utilización de sistemas de ahorro de agua en cisternas o duchas. Algo normal, según Ruiz, ya que se trata de iniciativas con un reducido coste económico y las más fáciles de poner en marcha.

En el lado contrario, en menor medida los hoteles tinerfeños utilizan algún tipo de sistema que les permita aprovechar el agua de lluvia ni tampoco reciclan el agua para utilizarla después, iniciativas en las que las inversión necesaria para ponerlas en marcha es más importante.

Ruiz expone que de forma normal aquellos hoteles que llevan a cabo medidas con el objetivo de ahorrar agua "con frecuencia estas se enmarcan dentro de políticas de eficiencia más amplias". Además, añade que los turistas son "cada vez más exigentes" y demandan sostenibilidad en los destinos que eligen para pasar sus vacaciones.

De esta manera, el estudio también recomienda la puesta en marcha de un Plan de Gestión de Aguas de Uso Turístico, un documento que tiene el objetivo de reducir el consumo de agua por parte del operador y sus usuarios.

Además, los investigadores concluyen que estas medidas no solo ayudarán a mejorar la eficiencia de las instalaciones hoteleras sino que también servirán para ahorrar costes, ya que un menor consumo de agua también reducirá la factura que pagan por este servicio.

El trabajo Agua y turismo en Tenerife ha sido elaborado por un equipo multidisciplinar de investigadores en el marco de la convocatoria amparada por la Fundación CajaCanarias y la Universidad de La Laguna (ULL). Además de Ruiz, también han participado José León García, Carlos Castilla, Juan Carlos Santamarta y Natalia Antonova.