Alberto Bernabé siempre se ha considerado más un gestor que un político de raza, y esta es la filosofía que ha desarrollado a lo largo de los años en los que ha ostentado un cargo público, primero en el Ayuntamiento de Santa Cruz y después en el Cabildo tinerfeño. El pasado viernes se despidió de la Corporación insular, en donde entregó su acta para dedicarse a partir de ahora a un nuevo proyecto profesional, a través del que seguirá vinculado al sector turístico.

Bernabé aseguró ayer, apenas 24 horas después de abandonar su cargo, sentirse algo "liberado", ya que manifiesta que en los últimos meses le ha sido difícil compaginar la dedicación que exige ser representante público en una institución como el Cabildo, con la que le demandaba su trabajo en el ámbito privado.

Este santacrucero, licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de La Laguna, explica que entró en política "por accidente", cuando después de su etapa al frente de la gerencia de la Sociedad de Desarrollo de Santa Cruz y de la de Turismo de Tenerife, José Manuel Bermúdez le invitó a acompañarle en la lista nacionalista al Ayuntamiento chicharrero en 2011. "Cuando le digo que sí a Bermúdez fue con la intención de gestionar las áreas de Turismo y Comercio", expone, aunque tras las elecciones, el pacto entre CC y el PSOE dejó esas áreas en manos socialistas. Fue así como Bernabé pasó a encargarse de Hacienda, Patrimonio, Compras y Tecnología.

"Fueron unos años que me marcaron mucho porque nos tocó gestionar un Ayuntamiento en bancarrota", afirma, aunque se siente orgulloso de que en cuatro años "remontamos la situación", pero con un desgaste que le pasó factura. "Acabé agotado", reconoce y fue entonces cuando le pidió al expresidente insular, Carlos Alonso, que considerara la posibilidad de incluirlo en la lista de Coalición Canaria al Cabildo tinerfeño, con la intención también de gestionar como político lo que años antes había hecho como gerente y volver a estar vinculado al ámbito turístico.

Aunque señala que Bermúdez no quería dejarle ir, "no opuso demasiada resistencia". El exalcalde fue uno de los que el pasado viernes quiso agradecer a Bernabé su dedicación en los últimos años. "El Cabildo pierde un gran consejero que ama su tierra y que la conoce. Un gran profesional y una gran persona que afortunadamente, de otra manera, ahora sigue creyendo en el proyecto", escribió a través de su perfil en redes sociales.

La llegada de Bernabé al Cabildo sí le permitió volver a encargarse del área turística. "Siempre me atrajo el ámbito insular, nunca tuve mayores aspiraciones políticas, y de ahí me llevo el mejor de los sabores de boca", concreta.

Asegura que lo que más le ha llenado ha sido la confianza que ha sentido tanto del propio equipo del área en el Cabildo tinerfeño como de otros colectivos del sector.

Durante esta última etapa en el Cabildo también ejerció como portavoz del grupo nacionalista y vicepresidente, unas responsabilidades que asegura le ayudaron a "comprender mejor la Isla y la importante contribución que puede hacer el Cabildo para mejorarla, si está bien gestionado".

En su labor siempre priorizó la gestión y lo técnico, aspectos que afirma no ha podido desarrollar cuando los nacionalistas pasaron a la oposición tras la moción de censura. "Pensé que se podía ser más útil desde la oposición, pero es difícil, es muy dura", lamenta.

Decidió reinventarse y ha abierto un despacho como freelance a través del que trabajará en el ámbito turístico. Una dedicación que no le permitía desarrollar su labor como consejero de la oposición de la forma que le hubiera gustado, por lo que "he decidido priorizar mi futuro profesional y no mantenerme como consejero con un perfil bajo".

Bernabé asegura que ha sido una decisión meditada que han respaldado sus compañeros y en especial Carlos Alonso con el que tiene "una relación de amistad más allá de la política" y a quien asegura que respeta.

Alonso también le dirigió a su compañero numerosos elogios en el pleno del pasado viernes en el que se dio a conocer el escrito de renuncia de Bernabé. Al igual que Alonso, tanto el presidente insular como los portavoces de los diferentes grupos también tuvieron palabras para agradecerle su trabajo y desearle suerte en su nueva etapa.

Bernabé por su parte quiso expresar su gratitud "no solo a mi partido sino a todo el Cabildo de Tenerife". "Lo que me llevo es irrelevante, lo importante es que lo que haya dejado puede haber valido para mejorar en algo la vida de los tinerfeños", valora.

A partir de ahora tendrá más tiempo para estar con la familia y dedicarlo a sus principales aficiones, el deporte y viajar. Aunque mantiene que se abre una nueva etapa para él, no descarta de forma rotunda que pueda volver al sector público en el futuro. "Abandono la política activa, pero no mis convicciones", sostiene.