Con el acto protocolario de colocar la primera piedra, ayer comenzó la construcción de la sala velatorio del casco urbano de Granadilla de Abona. Promovida por el Ayuntamiento, el coste de la obra supera el millón de euros y se realiza en un solar de 1.153 metros cuadrados de la calle del Pino. El inmueble tendrá dos plantas y tres espacios diferenciados: una para entrada del féretro desde la calle, separado e independiente del de la familia y público, en general; un habitáculo para la preparación del difunto, un área de exposición y la zona destinada a los usuarios, con aseos y entrada directa desde el exterior. Dispondrá de más de 1.000 metros cuadrados para estacionamientos, con plaza reservada para personas con movilidad reducida enfrente de la entrada principal.

El alcalde, José Domingo Regalado, resalta que se trata de la respuesta del gobierno local a una necesidad y demanda histórica de los vecinos de esta zona del municipio. "Hasta ahora, la población (del casco urbano) tiene que trasladarse a otras salas ubicadas en Charco del Pino y El Médano", puntualiza. Para hacer posible la obra fue preciso modificar el Plan General vigente desde 2005, que solo permitía la instalación de equipamiento destinado a servicios mortuorios en el ámbito del cementerio municipal y en terrenos colindantes, "siendo este un espacio reducido que no cumple con las actuales exigencias técnicas".

El gobierno anuncia que este año acondicionará la sala velatorio de Chimiche, ya que existe proyecto y partida económica, y que también procederá a redactar el proyecto de las salas velatorio de San Isidro.