La abrupta orografía y la composición del terreno que rodea la playa del Socorro, en el municipio de Los Realejos, convierte a esta zona en un punto proclive a los desprendimientos de rocas. Un problema habitual en la historia de esta cala realejera que, una vez más, obliga al Ayuntamiento a cerrar los accesos para tratar de asegurar un talud inestable donde, según un informe técnico municipal, existe "un peligro inminente de que se produzcan nuevas caídas de piedras y de material arenoso".

El Consistorio de Los Realejos anunció ayer el cierre de todos los accesos a la playa con motivo del inicio de los trabajos de instalación de una gran malla, con una longitud de unos 35 metros. Fuentes del gobierno local (PP) señalan que este cierre tiene una duración prevista de siete días, mientras se realizan los primeros trabajos de limpieza del talud.

El alcalde de Los Realejos, Manuel Domínguez (PP), confirmó el comienzo de los trabajos de refuerzo, estabilización y colocación de un nuevo tramo de mallado en uno de los taludes colindantes a la vía de acceso a la playa. Una obra que en sus trabajos previos de limpieza y desbroce "no permitirá el tránsito de vehículos ni de peatones por la citada carretera ni por su zona de acera recientemente rehabilitada".

De acuerdo con las indicaciones de la dirección técnica de los trabajos, la Policía Local del municipio procedió a señalizar la prohibición de paso con vallado y balizamiento especial.

Acantilado desprotegido

Manuel Domínguez detalló que "la intervención afecta a la parte de la ladera que no se encuentra protegida en la actualidad, con una longitud de más de 35 metros y una altura de aproximadamente diez metros desde el punto en el que termina la malla actualmente colocada". La superficie total a asegurar ronda los 650 metros cuadrados, debido a las irregularidades del terreno.

El alcalde explicó que las operaciones a realizar para mejorar la estabilización del talud consisten en la preparación de la superficie con retirada de terreno inestable en la parte superior del talud, en el punto más alto de la ladera donde no existe malla en la actualidad y donde se están produciendo los últimos desprendimientos, desde finales de 2019.

Se procederá con posterioridad al saneamiento superficial y desbroce debido a la existencia de vegetación sobre la roca en el punto de la actuación. Es necesario eliminar toda esa masa vegetal para poder trabajar con seguridad. Durante esa fase, de una semana aproximadamente de ejecución, es cuando la vía de acceso permanecerá cortada "tanto para vehículos como para peatones".

Según informa el Consistorio norteño, la fase más compleja de los trabajos consistirá en la estabilización del talud mediante la instalación de mallas elaboradas con materiales adecuados para "un ambiente corrosivo costero de salinidad elevada, mediante anclajes para suelo o roca y una red de cables de acero anclada mediante bulones al terreno".

Daños en el último temporal

A los citados trabajos municipales se suma la reposición de un muro de cerramiento en una de las fincas particulares del entorno a consecuencia de su derrumbe durante el temporal de viento y calima del pasado domingo 23 de febrero. Los escombros de la citada pared invadieron la calzada de acceso a la cala realejera. Unos restos que ya han sido retirados.

A instancias de la Gerencia Municipal de Urbanismo, el perímetro de estos trabajos permanecerá también delimitado y vallado en aras de garantizar la seguridad en el viario mientras los citados propietarios los ejecuten.

La concejala de Urbanismo del municipio, Laura Lima (PP), destaca que "el Ayuntamiento de Los Realejos contrató los trabajos del talud valorados en 46.212 euros tras haber dado trámite previo a los posibles propietarios de dichas parcelas, según consta en la información disponible en el ayuntamiento, con los procedimientos y plazos administrativos vigentes. Este hecho ha derivado en una demora en la tramitación del expediente de identificación de propietarios y la contratación de los trabajos que siempre han tenido como objeto aclarar la titularidad de estas zonas del talud".

El citado informe municipal sobre el estado actual del talud constata la existencia de "un peligro inminente en el terreno de que se produzcan nuevas caídas de piedras y material arenoso, teniendo en cuenta la inestabilidad meteorológica, la cantidad de materiales sueltos y los últimos desprendimientos, lo que puede afectar seriamente la seguridad de la vía". Por ello, los técnicos instaron a que se aprobase la urgencia de la obra y se procediera a su ejecución con carácter de emergencia.

En noviembre de 2019, la caída de rocas de esta zona obligó a mantener cerrada la vía varias semanas. Desde entonces, el consistorio ha tratado de localizar a los propietarios de la zona de la ladera donde se originan los desprendimientos.

El Consistorio realejero tiene claro que el origen de los desprendimientos está en terrenos privados, en la parte superior del talud, justo donde no hay instaladas mallas de protección contra la caída de rocas.

La playa del Socorro se tuvo que cerrar al baño hace unos días por la presencia masiva de medusas y ahora estará clausurada, al menos una semana, con motivo de estas obras de mejora de la seguridad de la ladera.