Aunque la firma del acta de replanteo tuvo lugar hace dos semanas, ayer comenzaron "físicamente" los trabajos para estabilizar el talud que circunvala el barrio de Santa Lucía-Los Barrancos, en el litoral de Agache (Güímar). Este núcleo está parcialmente afectado por el peligro inminente de desprendimiento de tierra y piedras desde el acantilado, según los informes técnicos en los que se sustenta esta obra.

El alcalde güimarero, Airam Puerta, participó en la inspección realizada ayer por el personal de la empresa adjudicataria de todo el ámbito que se verá afectado por esta intervención. "El trabajo se centró en la zona norte del barrio", tal y como está contemplado en el plan de la obra, tratando de determinar el estado de las grietas, la situación de las rocas y de la superficie del talud.

Asimismo, asistió a la instalación de los elementos que constituyen la logística de este tipo de proyectos, es decir, la instalación de la caseta de obra, la colocación de las bandejas para los áridos y el almacenaje de los útiles complementarios.

"No podemos hablar de desalojo en este momento", puntualizó el regidor, quien aclaró que ese asunto tendrá que dilucidarse, según avancen los trabajos, "con la contrata y con los vecinos afectados", que, si se cumple lo planificado, abandonarán sus viviendas durante un periodo corto de días (se calcula que no más de 15 días) y solo mientras la obra afecte al tramo del talud correspondiente.

Ayer, además, se procedió a confirmar el punto en el que será instalada la antena colectiva de televisión que sustituirá al "enjambre" de este tipo de elementos que se encuentran en la cúspide del talud. La unificación de la recepción de la señal implica su distribución a través de los elementos correspondientes que se emplazarán en el entorno de la ermita, tal y como quedó determinado hace casi dos años, explicó el presidente de la asociación vecinal de Santa Lucía, Rafael de Armas.

La obra se acometerá en tres intervenciones diferenciadas, que afectarán, por fases, a la zona sur del barrio -que incluye los inmuebles comprendidos entre los números 117 y 140 de la carretera insular TF-616-, a la cueva -donde se encuentran varias casas- y a la zona norte.

El alcalde mostró su satisfacción por el comienzo de la obra, si bien el grueso de la misma empezará con la recepción del material prefabricado que la empresa encargará en la Península.

Respecto al realojo de los vecinos afectados, el presidente vecinal adelantó que habrá quienes no tengan que abandonar el barrio porque, "en un ejercicio de solidaridad habitual en este barrio", se les habilitará espacio en viviendas de Santa Lucía.

Rafael de Armas apuntó que "solo falta por pulir algunos aspectos menores en materia de seguridad" para el tránsito por la localidad y explicó que esto es un avance, "pero nos mantenemos expectantes y a la espera de que se vaya cumpliendo lo anunciado".

El 26 de enero fue cuando Puerta firmó el decreto de adjudicación de la obra de protección y estabilización del talud de Santa Lucía a una UTE, con un coste de 627.000 euros (el Cabildo adquirió el compromiso de financiar 400.000 euros) y un plazo de tres meses para completar la obra desde el momento de la recepción del material, que se espera en 40 días.