La empresa Teleférico del Teide instalará mallas antiderrumbes, "paisajísticamente integradas", para mejorar la seguridad en la zona de aparcamiento situada junto al volcán, en pleno Parque Nacional del Teide. El Patronato del Parque informó favorablemente, en la última reunión celebrada en este mes, respecto al proyecto de obras para la reducción del riesgo de desprendimientos sobre los aparcamientos del Teleférico del Teide. Unos trabajos que ejecutará y financiará la propia empresa para evitar daños en vehículos y personas.

Esta actuación pretende evitar que en el futuro se repitan incidentes que se han producido en varias ocasiones, aunque sin demasiada frecuencia, por la caída de grandes piedras sobre los vehículos estacionados en esta área.

El director del Parque Nacional del Teide, Manuel Durbán, explica que "se trata una serie de actuaciones destinadas a minimizar los riesgos derivados de desprendimientos de rocas en una zona por la que cada día transitan miles de personas y sus vehículos y que fueron informadas favorablemente en la última reunión del Patronato del Parque Nacional". La actuación se justifica por motivos de seguridad para los bienes y las personas.

"Estamos ante una situación de riesgo, debida principalmente a la propia geomorfología del volcán y a situaciones de lluvia y viento que en ocasiones han producido desprendimientos de algunas rocas de la ladera que se encuentra justo encima de los aparcamientos. Al Parque Nacional le preocupa profundamente la seguridad de sus visitantes, de forma que tras numerosas reuniones de técnicos del Cabildo con especialistas del Gobierno de Canarias y del Teleférico, en las que se analizaron diferentes alternativas desde el punto de vista de la seguridad y de su posible impacto en el medio, se desarrolló la mejor de todas ellas y se llevó al Patronato para su informe definitivo", ha indicado el director del Parque Nacional, Manuel Durbán.

Entre los planes de trabajo que el Patronato ha informado, respecto a esta zona resaltan las revisiones periódicas de la ladera, en especial tras fenómenos meteorológicos adversos, los saneos, anclajes o dispositivos de contención en las rocas de mayor riesgo, restricciones al acceso en momentos de fenómenos meteorológicos adversos, incremento de la información al visitante, instalación de cinco barreras dinámicas (con un total de 180 metros de longitud) paisajísticamente integradas, cuyas mallas serán pintadas con tonalidades adecuadas, en la zona de acumulación de posibles trayectorias de rocas y redistribución de los aparcamientos que se encuentren más comprometidos ante posibles desprendimientos de rocas.