Tenerife no declarará la emergencia hídrica a pesar de la falta de lluvia que ha marcado este invierno, porque los datos de demanda de agua y de abastecimiento no lo justifican en estos momentos. Así lo aseguró ayer el consejero de Desarrollo Sostenible y Lucha contra el Cambio Climático del Cabildo de Tenerife, quien ratificó que "el abastecimiento está garantizado tanto en los hogares como en el campo".

Rodríguez explicó que "la escasez de lluvias es una realidad, pero no significa que esté generando un problema grave que requiera de medidas drásticas, porque en estos momentos hay agua para satisfacer la demanda en la Isla".

El Cabildo responde así al anunció realizado esta semana por el presidente del Gobierno canario, Ángel Víctor Torres, que informó de que hoy representantes de los siete consejos insulares de agua se reunirán con el Ejecutivo regional para determinar si es necesario declarar la emergencia hídrica por algún caso de sequía en las Islas. Una situación que ya han comenzado a sufrir otros rincones del Archipiélago, como Fuerteventura, que ya la ha decretado, pero que con los datos que maneja el organismo tinerfeño no justificarían la declaración de emergencia en Tenerife.

El responsable del área aseguró que una declaración de este calibre, que el Consejo Insular de Aguas tendría que realizar de acuerdo a la Ley de Aguas, "implica medidas que suspenden algunos derechos, y tiene que estar debidamente justificada o los afectados podrían acudir a los tribunales, porque se trata de requisas y establecimiento de prioridades, siempre para garantizar el consumo humano, restándolo del riego, que es precisamente el que tiene problemas puntuales locales".

Precisamente, el sector primario de la Isla ya ha dado la voz de alarma por la escasez de precipitaciones y no solo por los menores niveles de este invierno, sino que aseguran que Tenerife ya atraviesa al menos su tercer año con valores pluviométricos por debajo de la media. Los agricultores han mostrado su preocupación por como esto puede afectar a diferentes cultivos, entre los que ha señalado principalmente a aquellos que de forma tradicional han sido de secano, como las papas, la viña o los cereales. Además, han asegurado que con los niveles actuales de agua en los embalses consideran que no está garantizado el riego durante el verano.

El consejero mantuvo que "es cierto que quien primero acusa esa ausencia de lluvias son los cultivos y el campo, que está demandando algo más de agua de riego que en época anterior". Sin embargo, señaló que "no hay falta de abastecimiento generalizado", aunque reconoció que sí hay zonas con cierto déficit hídrico provocado por falta de lluvias, como la Isla Baja o las medianías del Valle de La Orotava y la zona Sur, en las que se está trabajando de manera puntual.

Entre las medidas que ya ha anunciado el Cabildo insular para tratar de combatir la falta de agua de lluvia se encuentra su apuesta por la regeneración del agua procedente de las depuradoras. Asimismo, una parte de la que producen algunas desaladoras de la Isla, como la que se ubica en Fonsalía, también se está derivando a las balsas.

Unas actuaciones que han ayudado a que los embalses estuvieran al 57% de su capacidad, según los datos de principios de este mes difundidos por Balten, alcanzando los 2.853 millones de litros, casi un 2% más de lo que recogían en las mismas fechas del año pasado. Algo que desde el Cabildo achacan a a la aportación de agua regenerada que se está haciendo desde las depuradoras, sobre todo en el Sur.

Aun así, la situación cambia mucho entre unas zonas y otras. Mientras que balsas como la de Trevejos de Vilaflor, Presas Ocampo en La Laguna o Montaña de Taco en Buenavista, no superan el 30% de su volumen, otros embalses muestran niveles muy superiores, como el que marca la de El Palmar, también en Buenavista que se situó en el 76% o la de la Cruz Santa, en Los Realejos, que supera el 90%.

Rodríguez añadió que "Tenerife cuenta con una estructura hídrica que nos permite producir 200 hectómetros cúbicos al año para atender la demanda, que es similar a esta cifra, que está cubierta, incluso hay desaladoras en la zona Sur que a día de hoy disponen de excedentes y que en algunos casos se están dirigiendo a la agricultura". "Con esta situación difícilmente se puede declarar una emergencia a nivel insular. La Ley de Aguas de Canarias exige que esté debidamente justificada esta declaración con datos", indicó.

"Respetamos las decisiones de otros consejos que, atendiendo a sus realidades insulares, pueden decidir esa declaración para cubrir las necesidades de su isla, no siendo éste el caso de Tenerife", señaló.

El Cabildo de Tenerife trabaja en la lucha contra el cambio climático y en su mitigación. Por eso, "trabajamos asumiendo la posible realidad de aquí a los próximos años, en los que, si no se invierte la tendencia, las lluvias serán escasas". Por ello, "el Ciatf ya ha planificado y está ejecutando acciones desde hace tiempo para prever situaciones de déficit hídrico con actuaciones para reducir las pérdidas en los abastecimientos municipales, regeneración de aguas residuales para riego y desalación para garantizar el consumo humano", explicó.

De esta manera, el Cabildo de Tenerife ya anunció ayer su intención de no declarar la emergencia hídrica. Aun así asistirá al encuentro que reunirá a representantes de los consejos insulares de agua de las siete islas y que servirá para analizar la situación en el conjunto del Archipiélago.

El objetivo es poner todas las cartas sobre la mesa, analizar el seguimiento realizado durante los últimos meses sobre el volumen de agua que tiene cada isla para dar respuesta a la demanda existente en todos los sectores y diseñar soluciones conjuntas, entre las que se barajan la puesta en marcha de un plan urgente de desalación.