El último pleno del Ayuntamiento de El Rosario dejó las despedidas de dos de sus concejales: Beatriz Díaz (SSP) y Jacinto Correa (IR-Verdes), el hombre que durante 20 años ha sido la mano derecha del hoy alcalde, Escolástico Gil. Militante del Partido Socialista (PSOE), primero, y después uno de los hombres fuertes de Iniciativa por El Rosario-Verdes (IR-Verdes), Correa abandonó el pasado jueves las casas consistoriales de La Esperanza al entender que había terminado un ciclo. "Me voy con la sensación del deber cumplido", manifiesta.

La singularidad de su historia estriba en buena medida en su papel de actor destacado en unos años en los que el municipio ha vivido varios seísmos del PSOE y sus mayorías absolutas a una nueva etapa de predominancia de IR-Verdes, la formación local que Gil y él pusieron en marcha en 2003. "Con el actual alcalde, y un grupo de compañeros que siempre creyeron en nosotros y les movía la inquietud por cambiar el rumbo del municipio, nos lanzamos a intentar modificar lo que creíamos que se estaba haciendo mal", recuerda.

Nacido en 1950, el hasta ahora edil rosariero estuvo vinculado desde su juventud a movimientos vecinales y ONG. También fue sindicalista en la Unión Sindical Obrera. De aquella etapa recuerda que pasó por tres despidos y que la primera indemnización tras la muerte de Franco, al menos en Tenerife, fue la suya. "Todo ello por mis reivindicaciones sindicales y por defender mis principios y convicciones, participando desde la época de la clandestinidad en la lucha obrera", rememora.

Precisamente por ese ámbito laboral vino su choque con el PSOE e, indirectamente, la génesis de IR-Verdes. "Todos recuerdan mi enfrentamiento en 2003 en defensa de los trabajadores, cuando decía que, a igual trabajo, igual salario, y defendí el acceso a la función pública en igualdad de mérito, capacidad y publicidad, sin que se tuvieran en cuenta las ideas políticas", apunta. Aquello provocó que lo cesaran y la renuncia a su acta, al igual que el también concejal Ramón del Castillo. "Ambos preferimos morir de pie que no de rodillas, y el gobierno municipal, por no hacer las cosas conforme a la Ley, acabó como acabó en este asunto: en los tribunales", indica sobre la práctica que dio pie al caso Enchufe y las 135 contrataciones ilegales en los tiempos del exalcalde Macario Benítez.

Del PSOE a IR-Verdes

Jacinto Correa, que había ido en 1995 cerrando la lista del PSOE y que en 1999 fue el número siete de los socialistas, dejó abruptamente el grupo de gobierno en diciembre de 2002. Escolástico Gil sostiene que ahí él entendió que no podía continuar en un partido "que hacía esos disparates". Ese fue, afirma el actual regidor local, el punto de inflexión que condujo a la creación de la nueva organización. Correa y Gil consiguieron sendas actas en 2003 tras una campaña de bajo coste, mientras que en 2007 subieron a cuatro ediles, repitieron resultado en 2011, en 2015 crecieron hasta los cinco y lograron gobernar, y en 2019 llegaron a ocho.

Correa explica que, después de su salida del PSOE, recibió propuestas desde Coalición Canaria y el Partido Popular. "Macario salió en un periódico acusándome de que estaba con el Partido Nacionalista Canario", señala sobre aquel tiempo. No obstante, calmadas las aguas y transcurridos los años, asevera que Benítez le terminaría reconociendo su error. "Me dijo: 'Yo me equivoqué contigo".

"Que nadie quiera ver en mi renuncia un desencuentro con el grupo de gobierno; considero que es el momento de dejar paso a otra generación más joven, preparada y que tenga sobre todo ilusión por cambiar las cosas y por servir al municipio", expresa sobre el presente, desde el que extiende un agradecimiento a los vecinos, su familia, el personal consistorial y los concejales. Tras años en el sindicalismo y la política, al igual que como contable y responsable de administración, uno de sus principales deseos al pasar a la reserva es recuperar viejas aficiones y proyectos, como el órgano electrónico que aprendió a tocar con 19 años y que siempre tuvo aparcado.