El castillo o castillete de Óscar Domínguez El artista frecuentó este lugar en su infancia y juventud, por lo que su nombre ha quedado ligado para siempre a esta pequeña construcción con una pequeña torre y muros almenados que resalta, pese a su estado ruinoso, en los acantilados de Guayonge.

Tras casi tres décadas de abandono y ruina progresiva, y varios intentos de adquisición por parte del Ayuntamiento de Tacoronte y otras administraciones públicas, en 2020 se abre una nueva esperanza para la rehabilitación de esta edificación emblemática.

El nuevo alcalde de Tacoronte, José Daniel Díaz A su juicio, "Óscar Domínguez es Tacoronte y Tacoronte es Óscar Domínguez. Y se trata de una parte muy importante del patrimonio cultural que nos ha sido legado. Por ello es necesario realzar y poner en valor su figura y la intensa vinculación que tuvo con el municipio que le vio crecer y desarrollarse como artista".

Casa familiar en El Calvario

El consistorio también quiere subrayar la vinculación del autor con la casa familiar que tenía en la zona de El Calvario, cuyo jardín quedó dividido por el paso de la carretera general. Así se desgajó el imponente drago familiar, ahora convertido en uno de los símbolos del municipio y de varias obras de Domínguez.

Entre las iniciativas que baraja el gobierno local para reforzar los vínculos con la memoria de Óscar Domínguez destaca su apuesta por recuperar el castillo de la costa, donde no se descarta la posibilidad de ubicar un pequeño museo dedicado al artista.

Pero antes de planificar un espacio cultural en su honor, el consistorio debe concluir un trabajo pendiente al menos desde los años 90 del siglo XX: lograr que las ruinas del castillo y las fincas anexas sean públicas.

En la actualidad, tanto la edificación como las fincas del entorno están en manos privadas. Díaz reconoce que "la solución no será de hoy para mañana", pero anuncia que "al menos el expediente vuelve a caminar".

Buena disposición

"Los actuales propietarios están dispuestos a retomar la idea de firmar un convenio con el ayuntamiento para la cesión de los terrenos y del castillo a cambio de aprovechamientos urbanísticos en la cota superior, en Guayonge", explica Díaz.

El alcalde de Tacoronte es optimista respecto a la posibilidad de que, por fin, se pueda estar cerca de un convenio público-privado que aportaría al municipio un nuevo referente cultural.

"Hablamos de una cesión de unos 50.000 metros cuadrados de terreno, que no será una cosa de hoy para mañana, pero que al menos vuelve a caminar y eso es muy positivo", concluye el alcalde de Tacoronte.

Las negociaciones para tratar de convertir en un espacio público el castillo de Óscar Domínguez y su entorno, una finca de unos 50.000 metros cuadrados, comenzaron en los años 90 del siglo XX y nunca han llegado a concretarse. El convenio con los propietarios, que han ido cambiando, aspira a convertir en públicos el castillo y los bancales cercanos. A cambio, los dueños ganarían edificabilidad en la parte alta del acantilado, en Guayonge. Se habló de un principio de acuerdo en 1996, de negociaciones aparcadas entre 2003 y 2007, y de acercamientos entre 2011 y 2015, pero la realidad es que el castillo sigue deteriorándose y ese acuerdo nunca termina de llegar.