El Ayuntamiento de El Rosario procedió ayer a cortar la tubería que llevaba las aguas residuales industriales del polígono de La Campana hacia el pozo fisurado de Costanera I. Se trata de una conexión que fue realizada hace aproximadamente una década "de forma irregular y sin permiso", informó el Consistorio.

"Nuestra colaboración con el Seprona ha sido total en este tema desde el primer momento y deben depurarse todas las responsabilidades necesarias", resaltó el alcalde, Escolástico Gil. Por ahora, las aguas se almacenarán en la estación de bombeo del polígono y serán extraídas con camiones-cuba. En dicho depósito habrá un sistema automático que controlará el nivel. El Ayuntamiento rosariero también informó de que se solicitarán nuevos análisis de las zonas de baño.

Ayer los vertidos no quedaron ahí, en los datos anteriores, que fueron aportados por la institución local en una nota. Este asunto se convirtió en el protagonista de un pleno -con otros puntos en el orden del día- celebrado ayer en el Consistorio. Coalición Canaria (CC) presentó una moción para analizar el problema y pedir medidas, solicitar el vallado del perímetro afectado e informar a los grupos políticos sobre las acciones. Sin embargo, la iniciativa finalmente fue rechazada con los votos del gobierno municipal (IR-Verdes y SSP) y el Partido Popular (PP).

Gil lamentó que asumir "más de 800.000 euros" va a suponer recortes en diferentes áreas. "Hemos estado solos", criticó el mandatario, que se mostró molesto con Podemos, a cuya representante en el Ayuntamiento, Concepción Moreno, reprochó su "desconocimiento". El debate no estuvo exento de algunos choques más, sobre todo con el Partido Socialista (PSOE), pese a que ni intervino. "Vamos a acabar hablando de los bereberes...", le afeó el portavoz de CC, José Miguel Fregel, al alcalde ante su insistencia con episodios pasados del Consistorio.