El día 15 de octubre de 2019, el Consejero de Obras Públicas del Gobierno de Canarias sufrió un infarto tras un discurso donde defendió, entre otras infraestructuras, la construcción del nuevo puerto de Fonsalía, en una sesión plenaria del Parlamento que se suspendió al conocerse el ingreso hospitalario del Consejero, que fue operado ese mismo día del corazón. Días previos a dicha comparecencia, los principales medios de comunicación se hacían eco de las múltiples declaraciones de políticos y empresarios del sur de la isla, en favor de la construcción del nuevo puerto en el litoral de Guía de Isora, llegando en algún caso a emplear palabras y frases ofensivas para quienes, en el uso de la libertad de ideas y opiniones, nos oponemos con argumentos contundentes a su construcción. A lo largo del discurso del Consejero de Obras Públicas y de otros portavoces parlamentarios, se pronunciaron frases y afirmaciones que carecen de cualquier fundamento objetivo o, simplemente no son ciertas, como es por ejemplo, que "el puerto de Fonsalía es un proyecto vital para Tenerife que mejorará la conectividad marítima y el desarrollo económico". La citada comparecencia del Consejero de Obras Públicas en el Parlamento de Canarias, tenía el claro objetivo de intentar tranquilizar a otras fuerzas políticas y, fundamentalmente, a los empresarios del sur de la isla, al tiempo que transmitir a la sociedad tinerfeña en su conjunto, la falsa idea de que la construcción del nuevo puerto de Fonsalía "sólo está a la espera de ese último informe que debe ser emitido por la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y el Mar", como si tal informe fuese un simple trámite sin importancia y dando por hecho que será favorable. Quien lea los informes emitidos hasta la fecha por la mencionada Dirección General, se dará cuenta de que sencillamente ese puerto nunca podrá ser ejecutado aplicando las actuales y vigentes Leyes, Normas y Recomendaciones de ámbito autonómico, nacional o europeo, relacionadas con la conservación del medio ambiente marino. Se denomina técnicamente "Opción 0". Por tanto, el actual Consejero de Obras Públicas, no representa cambio alguno respecto al modelo de desarrollo basado en las grandes y costosas infraestructuras defendidos por anteriores gobiernos y, con su actitud de hacer ver una cosa que no es, demuestra unas maneras poco convenientes y un tanto irresponsables, con todos los respetos.