La casa familiar del escritor, poeta y docente Agustín Espinosa García (Puerto de la Cruz, 1897-Los Realejos, 1939) se derrumba poco a poco en el número 8 de la calle García Estrada, dentro del entorno declarado Bien de Interés Cultural (BIC) de la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen y la plaza de San Agustín. El conflicto existente sobre su propiedad, desde mediados de los años 60 del siglo XX, bloquea cualquier iniciativa de recuperación y convierte el inmueble más importante en la trayectoria vital de este escritor surrealista en un asunto espinoso.

Este inmueble está incluido en la Lista Roja del Patrimonio, una iniciativa de la Asociación Hispania Nostra, "nacida en noviembre de 2007 con el fin dar a conocer y proteger aquella parte del patrimonio cultural y natural que se encuentra en abandono y en peligro". Respecto a esta edificación de Los Realejos, en la lista se señalan como razones para su inclusión que presentaba, ya en 2013, un estado de "ruina progresiva, hundimientos, saqueo y vandalismo", y riesgo de "derribo para construir en el solar un nuevo edificio".

"Presenta evidentes signos de deterioro que indican un próximo desplome parcial de la misma, especialmente en su parte posterior, donde se sitúa un mirador acristalado, sin olvidar el pésimo estado de sus cerramientos exteriores y su techumbre, absolutamente derruidos y sin ninguna garantía objetiva de que puedan soportar más movimientos de tierra en sus inmediaciones", advierte Hispania Nostra.

La última cuestión aceptada por todas las partes implicadas en el conflicto por esta casa es que a mediados de los años 60 del siglo XX fue adquirida por un artista holandés llamado Johan William Zwart, fallecido en 1964.

Tras varias décadas de uso por parte de una familia realejera que asegura contar con un título privado de compra, en el año 2000 miembros de esa familia promovieron un expediente de dominio sobre la casa y los terrenos anexos. Sin embargo, el Registro de la Propiedad planteó dudas y, en el año 2009, una resolución del Ministerio de Justicia dio la razón al registrador, que se negó a inscribir los bienes a nombre de los promotores del citado expediente. Su último dueño, a ojos del Registro de la Propiedad, sigue siendo Zwart, según explica Germán Rodríguez, de La Tertulia de los Lunes.

Esta situación deja la casa de Agustín Espinosa en una especie de limbo legal que bloquea cualquier posibilidad de recuperación y que la mantiene desde hace ya veinte años en una situación de completo abandono y progresivo deterioro. Fuentes del Ayuntamiento realejero han reconocido a EL DÍA que "sin una titularidad clara y legal, no es posible establecer ni siquiera una toma de contacto, ya que una compra sería imposible".

A principios del mandato 2011-2015, el Consistorio de Los Realejos contactó con el Consulado holandés, por si podían considerarse legítimos propietarios de los bienes de Zwart, "pero no hubo respuesta", indican fuentes del Consistorio realejero.

56 años después de la muerte de Johan William Zwart, cualquier intento de venta apunta a un largo proceso judicial. Una realidad que desanima a las administraciones públicas que podrían rehabilitar el inmueble y convertirlo en un centro de referencia sobre Agustín Espinosa, el surrealismo y la vanguardia en Canarias.

Germán Rodríguez, y colectivos como la Asociación Wolfgang Köhler, consideran que el Ayuntamiento realejero podría reclamar la propiedad de la casa.