El municipio de Los Realejos celebró esta mañana, día festivo local, el acto institucional conmemorativo del 411 aniversario del voto realizado por el pueblo a su copatrono San Vicente Mártir por la finalización de la 'Peste de Landres'. Esta tradición, considerada una de las más antiguas de la Isla de Tenerife, se remonta al año 1609, cuando los regidores municipales y el párroco de Nuestra Señora de La Concepción de la época hicieron la solemne promesa de acudir todos los años a festejar la efeméride de San Vicente en acción de gracias por considerar que el santo los había librado de la peste.

El acto comenzó esta mañana con el solemne traslado del Pendón de la Villa de Los Realejos desde la parroquia de Nuestra Señora de La Concepción hasta el exterior de la ermita de San Vicente, acompañado de la Corporación municipal, además de la representación eclesiástica y la Hermandad del Santísimo Sacramento y distintas autoridades civiles, militares.

A la llegada de la procesión cívica al núcleo de San Vicente y en el exterior de la ermita, se llevó a cabo una solemne concelebración eucarística, presidida por el párroco de Nuestra Señora de La Concepción de Realejo Bajo, Marcos Antonio García Luis, con el Coro de San Andrés y Santa Mónica. En el marco de esa celebración religiosa, el alcalde, Manuel Domínguez (PP), procedió a la renovación del voto a San Vicente en nombre de la ciudadanía realejera.

Una vez finalizada la misa, el santo se sacó en procesión por las calles del barrio, junto a la Hermandad del Santísimo y autoridades civiles y militares, acompañadas por la centenaria Sociedad Musical Filarmónica de Los Realejos.