El presidente del Consejo de Administración de la promotora Playa de Arico S. A., Alessandro Cortesi, aseguró ayer que "la empresa requiere señales fuertes" de que a las administraciones canarias les interesa la realización del complejo turístico Punta de Abona. "Abandonar el proyecto representaría una grave derrota personal", afirmó tras presentar las líneas generales de esta iniciativa. El objetivo es completar el proceso administrativo e iniciar los trabajos después del verano.

Punta de Abona es un proyecto valorado en más de 300 millones de euros que dotará a Arico de casi 3.000 camas turísticas distribuidas en cuatro hoteles de cinco estrellas, que generarán 1.550 empleos directos (más cientos indirectos), de los que entre el 50% y el 70% serán para el mercado local; se desarrollará en 1.700.000 metros cuadrados, de los que 300.000 (el 17%) serán de uso hotelero (cada hotel ocupará entre 62.000 y 81.000 metros cuadrados); más de 400.000 los ocupará un paseo litoral; 560.000 metros cuadrados albergarán un espacio de regeneración ambiental y otros 50.000 serán para plazas y parques públicos, además de equipamiento comercial y recreativo.

Los cuatro hoteles estarán ubicados en las proximidades de la autopista TF-1, "siguiendo una respuesta arquitectónica adaptada a la orografía del sitio y a su sistema de lomas y barrancos regenerados, de tal manera que los edificios, de poca altura, quedarán bajo las lomas y no serán visibles desde la autopista".

Sobresale su carácter ecosostenible. En esa línea, Cortesi anunció que el complejo Punta de Abona utilizará energías renovables eólica (a través de canales, "no con molinos"), solar, hidráulica, geotérmica, mareomotriz y aerotérmica combinadas con sistemas de gestión y control. Todo ello aportará tasas de autoconsumo de entre el 70% y el 90%. Además, empleará sistemas de generación de energía vanguardistas, como un campo fotovoltaico general, vidrios fotovoltaicos, marquesinas y paneles de fachada, que derivarán en paredes y techos radiantes. "Será el primer complejo del mundo en obtener la calificación Platinum" por uso energético.

El promotor defiende que el proyecto supondrá la regeneración del litoral de Punta de Abona -uno de los más degradados de la Isla, especialmente en la zona del faro y la leprosería, afectado por maniobras militares y otras actividades agresivas con el medio, como motocross, acampadas, paintball, extracción de áridos y depósito de escombros-, la preservación y recuperación de poblaciones de fauna y flora autóctonas (asegura el aumento de la superficie del tabaibal de 23 a 50 hectáreas) y el control de especies invasoras, como el rabogato, la pitera y la tunera. A ello suma la construcción del denominado Espacio Punta Abona, Parque ambiental de Abona, como lugar para el arte, la cultura, la naturaleza y el turismo, que servirá para conocer la historia de esta parte de Tenerife, su prehistoria, sus características geográficas y sus hábitats.

Fomentar la economía del municipio y los del entorno es otro aspecto destacado por Alessandro Cortesi. Para el abastecimiento de los turistas se asegura un aumento del rendimiento de entre el 35% y el 50% en el sector primario, aplicando la filosofía de ofrecer productos de proximidad, denominados "de kilómetro cero".

Siguiendo la metodología del informe Medición del impacto del turismo en la economía, el empleo y el medio ambiente en el ámbito local, la promotora calcula que "los efectos de Punta de Abona sobre los ingresos públicos suponen, pasados diez años, cuatro millones de euros para la Hacienda local de Arico; 10,8 millones para la autonómica, 16 millones para la estatal y 13,4 millones para la Seguridad Social".

El proyecto está actualmente incorporado al Plan General de Arico, que está en tramitación y el Cabildo lo aprobó por unanimidad y trasladó al Gobierno de Canarias, habiendo superado el primer trámite de exposición pública encontrándose ahora en la fase de preparación documental para la segunda puesta en información pública. Superado ese punto, la promotora solicitará la licencia.