Un equipo de 12 personas mayores de 55 años se convertirán en guías voluntarios del jardín histórico conocido como La Hijuela del Botánico, ubicado en la trasera del Ayuntamiento de La Orotava y declarado Bien de Interés Cultural (BIC) desde 2008. Esta iniciativa gratuita, denominada Sabios y Sabias, cuenta con el respaldo del Ayuntamiento de La Orotava; la Oficina de la Participación y el Voluntariado Ambientales del Cabildo; el Jardín de Aclimatación de La Orotava, que pertenece al ICIA del Gobierno de Canarias; la Fundación Canaria Telesforo Bravo-Juan Coello; la Fundación Canaria Orotava de Historia de la Ciencia; la Mesa del Árbol; la Asociación Profesional de Guías de Turismo de Tenerife, y Cruz Roja Española.

Todas estas administraciones y entidades públicas y privadas han unido esfuerzos para lograr que este equipo de ciudadanos comprometidos muestren al resto de vecinos y visitantes los principales atractivos de este emblemático jardín de casi 3.400 metros cuadrados, que atesora una colección botánica con muchos ejemplares exóticos, de lugares tan lejanos como Australia o China.

En la mañana de ayer, representantes de todas las entidades implicadas y varios de los guías voluntarios presentaron el inicio de este proyecto piloto en la propia Hijuela, un jardín público que atesora una importante colección botánica y una larga historia vinculada al pasado villero, ya que fue el huerto del antiguo convento de las Claras, y al Jardín Botánico de Puerto de la Cruz, fundado por orden del rey Carlos III en 1788.

Todos los voluntarios han participado en cursos de formación donde han aprendido contenidos y técnicas que los habilitan para ejercer labores informativas sobre el patrimonio natural, cultural y etnográfico que posee este emblemático jardín. En el acto de ayer participaron dos de los expertos encargados de la formación de los futuros guías: el botánico José García Casanova y el experto en interpretación ambiental Pedro Miguel Martín, quien detalló que los futuros guías, que cuentan con el respaldo de la legislación canaria de voluntariado y la Asociación Profesional de Guías de Turismo de Tenerife, han recibido formación en los contenidos botánicos e históricos de este recinto, pero también respecto a "la manera de enseñar y comunicar de una forma eficaz, que permita establecer una conexión emocional entre el visitante y este lugar".

Casanova añadió que se trata de una actividad desarrollada "con mucho cariño", que espera que sirva para transmitir "ese mismo cariño y amor por el lugar a los que lo visiten".

"Un lujo para Tenerife"

El director de la Fundación Telesforo Bravo-Juan Coello, Jaime Coello Bravo, remarcó el valor de un jardín que es "un lujo para La Orotava y para Tenerife, y que estos sabios y sabias ayudarán a darlo a conocer". Lo definió como "un espacio mágico" que debería disfrutarse "mucho más".

Las Sabias y Sabios de La Hijuela aportarán un beneficio a la comunidad, de forma altruista, transmitiendo sus conocimientos y experiencias, y además facilitarán al visitante la oportunidad de disfrutar y valorar este pequeño tesoro botánico. Las visitas serán en grupos reducidos y con una duración de unos 45 minutos. También participarán en actividades de "interpretación espontánea", enriqueciendo las visitas de personas que se encuentren durante sus paseos por el jardín.

La preparación del proyecto de los Sabios y Sabias de La Hijuela comenzó en abril de 2019, según explicó el edil de Medio Ambiente, Luis Perera (CC), nieto de quien durante años fuera el jardinero mayor del Jardín de Aclimatación de La Orotava, el recordado Carlos González Martín, fallecido en 1999.

En los próximos días está previsto que se abran las inscripciones para las primeras rutas, que serán en febrero. La intención de los organizadores es ofrecer dos o tres rutas mensuales, concentradas en una única fecha cada mes. Será necesario reservar plaza a través del área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de La Orotava (medioambiente@villadelaorotava.org) o de la Fundación Canaria Telesforo Bravo-Juan Coello, que llevará la coordinación.

El alcalde villero, Francisco Linares (CC), resaltó la importancia histórica de este jardín, "que aún es un gran desconocido también para la mayoría de los vecinos de La Orotava", así como su potencial didáctico. El mandatario animó a los docentes de los casi 20.000 estudiantes que se forman en centros educativos del Valle de La Orotava, "unos 7.500 sólo en la Villa", a aprovechar mejor este recurso, que ofrece una oportunidad única de aprender y descubrir: "Lo que está aquí, no está en ningún libro".

A juicio de Linares, este proyecto es, además, "un ejemplo de colaboración de las administraciones y de la sociedad civil", con una mención especial a los profesores jubilados que han dedicado su tiempo a transmitir conocimientos a los 12 voluntarios.

Linares entiende que La Orotava tiene una deuda pendiente con este espacio: "Lograr que los vecinos lo vean y lo disfruten como el espacio público que es".

Según avanzó Víctor García, del área de Desarrollo Sostenible y Lucha contra el Cambio Climático del Cabildo de Tenerife, la intención de la administración insular es estudiar la aplicación de este modelo de guías voluntarios en otros jardines de interés, como el Palmetum, en Santa Cruz, o el del Centro de Visitantes Telesforo Bravo, entre otros.

"La función del Cabildo en este proyecto ha sido la de unir lazos y buscar conexiones para que se hiciera posible una idea que nos gustaría ampliar a otros lugares", reconoció García.

Alfredo Reyes, director del Jardín de Aclimatación de La Orotava, más conocido como el Jardín Botánico de Puerto de la Cruz, añadió que para la entidad, que depende del ICIA del Gobierno canario, ha sido un placer colaborar para que este jardín "sea más aprovechado por la sociedad".

En su declaración BIC, con la categoría de jardín histórico, el Gobierno de Canarias destaca que La Hijuela del Botánico es un espacio público ajardinado que aparte de flora canaria, con un gran ejemplar de Dracaena draco, por ejemplo, este espacio permite descubrir "una sequoya del alba, originaria de China; un ejemplar de almez; la palma chilena, originaria de Sudamérica y muy amenazada, o el magnífico Ginkgo biloba, única especie viva del género de las Ginkgoales y con fósiles del período Pérmico, en el Paleozoico".