Enterramientos de mascotas en espacios naturales y que acaban causando un gran daño a los ecosistemas de la Isla. Esto es lo que denuncia la Fundación Telesforo Bravo a través de sus redes sociales poniendo el foco en el cementerio ilegal de animales en el que se ha convertido un terreno volcánico en Costa del Silencio, en el municipio de Arona, aunque tal y como confirma el director de esta fundación, Juan Coello, se trata de una situación que se repite en muchos otros puntos de la Isla como Granadilla de Abona o Güímar. "Incluso cuando realizamos alguna ruta en espacios naturales hemos llegado a ver este tipo enterramientos de manera aislada", explica.

Coello detalla que esta práctica "daña de forma considerable el entorno", ya que explica que no solo sepultan los restos de los animales "sino que muchas veces construyen una especie de túmulos alterando el ecosistema y el paisaje". Incluso señala que se llegan a utilizar "pinturas químicas que pueden dejar residuos y acabar filtrándose en el subsuelo", además del "peligro que puede suponer desde el punto de vista sanitario".

El director de esta fundación afirma que se trata de una acción que no está permitida por la normativa, que prohibe incluso los enterramientos en terrenos privados, y que por lo tanto los propietarios de mascotas solo pueden optar por avisar a un gestor autorizado, que tratará los restos como si fueran un tipo de residuo, o por incinerarlos. "La gente se queja de que la incineración es muy cara, pero yo considero que los propietarios de mascotas deben hacerse responsables de ellos hasta el final", sostiene Coello.

Pero además, aclara que tampoco está permitido deshacerse de las cenizas en cualquier paraje natural, ni lanzarlas al mar, porque estos sustratos también pueden alterar los ecosistemas de los lugares donde se depositen.

El área de Medioambiente del Cabildo de Tenerife insiste en que esta este tipo de enterramientos de animales son una práctica que no está permitida en la Isla y que, por lo tanto, su realización puede ser motivo de sanción. Así lo confirma la consejera insular, Isabel García, quien comenta que estas acciones dañan el equilibrio ecológico de estos lugares, algo que afecta tanto a la flora como a la fauna de estos terrenos que también cuentan con valor natural. "Hago un llamamiento a la población para que no lleve a cabo este tipo de prácticas, que afectan mucho al medio natural de la Isla", recalca.

García explica que el Cabildo no tiene constancia de que existan este tipo de cementerios ilegales en espacios naturales protegidos, los territorios en los que sería competencia de esta Institución establecer las sanciones, y donde tendrían obligación de recuperar estos espacios. En el resto del territorio, son los ayuntamientos los encargados de hacer cumplir la normativa.

En el caso de los enterramientos de animales detectados en un espacio de Costa del Silencio, en Arona, fuentes del Ayuntamiento aseguran que se trata de una situación que se remonta a hace más de 15 años, momento en el que comenzaron algunos propietarios a enterrar a sus mascotas en este lugar, que es un terreno privado.

En total, el Consistorio estima que existen en este punto centenares de enterramientos irregulares de mascotas que se han ido realizando a lo largo de los últimos años.

El área de Medioambiente del Ayuntamiento de Arona se reunió recientemente con los dueños de estos terrenos para tratar con ellos este asunto, ya que son conscientes de que trata de una situación ilegal. El Consistorio les trasladó que tienen el deber de conservar este paraje y les instó a tomar medidas para poner fin a esta práctica.

Este tipo de sepulturas irregulares son un problema que puede acrecentarse en la Isla, debido a que la cantidad de mascotas ha ido aumentando en los últimos años. Por eso, el director de la Fundación Telesforo Bravo propone que se creen algunos espacios públicos en donde esté permitido realizar estos enterramientos. "Es evidente que existe esta demanda, ya que los propietarios consideran a sus mascotas como parte de su propia familia y no les convencen las alternativas que existen", afirma.

Sin embargo, la normativa que está vigente en la actualidad en Canarias puede suponer un impedimento para la creación de este tipo de lugares en la Isla.