Los libros de historia de Canarias marcarán el año 2019 como el del gran vuelco político en las instituciones isleñas claves tras los 26 años de gobierno de CC (que nace en 1993). Un larguísimo periodo al que hay que añadir los 6 años en los que el gran precedente de CC, las Agrupaciones Independientes de Canarias (AIC), también se hicieron, junto a otros partidos de centro derecha (como el CDS) o en pacto con el PSOE (de 1991 a ese 1993), con el poder regional desde 1987. En julio de 2019, y tras cuatro semanas de negociación dignas de una película de Hitchcock o de cualquier guión de enredo con múltiples vaivenes y potenciales giros, Ángel Víctor Torres (que ganó con 25 escaños) devolvió la presidencia al PSOE que Manuel Hermoso arrebató a Jerónimo Saavedra en la célebre censura de 1993. Lo hizo con un pacto de izquierdas que sumó también a NC y Sí Podemos, que lo tuvieron claro desde el principio salvo que los socialistas no hubiesen cambiado su aspiración inicial (entre otras) a las alcaldías de Telde y Santa Lucía. De no haberlo hecho, NC podría haberse abstenido ante un pacto de centroderecha y acelerar su acercamiento a CC, si bien la clave de la ecuación siempre fue ASG, que jugó bien sus cartas hasta el último suspiro como bisagra de una coalición progresista o de centroderecha.

El 22 de junio se firmó el llamado 'Pacto de las Flores' en el santacrucero Reloj de Flores y, desde la toma de posesión de julio, Román Rodríguez ejerce de vicepresidente y consejero de Hacienda, Noemí Santana (Podemos) lleva el área clave de Derechos Sociales, Yaiza Castilla (ASG) dirige Turismo, Industria y Comercio con Casimiro Curbelo muy atento a todo y el PSOE se encarga del resto de consejerías, con especial atención a Sanidad, en manos de María Teresa Cruz Oval, Política Territorial y Lucha contra el Cambio Climático, de la que se encarga el también tinerfeño José Antonio Valbuena, así como Obras Públicas, Vivienda y Carreteras, en mano del grancanario Sebastián Franquis y de gran relevancia por los focos puestos en situaciones como las colas en la Tf-5 y Tf-1.

Sin embargo, esos mismos libros de historia tendrán que referirse enseguida a otros cambios políticos relevantes y quizás menos esperados en 2019 en las Islas. Por ejemplo, el vivido en el Cabildo tinerfeño, cuya presidencia llevaba ATI o CC desde 1987, bien en pacto con el PP (la mayoría de veces) o con el PSOE (desde 2011). De poco le sirvió a Carlos Alonso ganar en votos a Pedro Martín (PSOE), ya que ambos empataron a 11 consejeros, o llegar a un acuerdo con Lope Afonso (PP) para repartirse el poder insular a la espera de los dos consejeros de Cs, ya que Enrique Arriaga y Concepción Rivero tenían claro desde el principio que el momento requería de un cambio histórico que llevara a CC a la oposición. De hecho, horas después del reparto de áreas entre nacionalistas y conservadores, se anunciaba la moción de censura apoyada desde fuera por los tres consejeros de Sí Podemos, que veían la misma necesidad de cambio pero que no querían coparticipar (al menos en aquel momento) en un gobierno junto a Cs. La moción se consumó el 24 de julio y, desde entonces, los socialistas y los consejeros de Cs llevan una Administración enorme sin que la expulsión del partido por parte de los centristas haya afectado a Arriaga o Rivero.

El mismo día en que se presentó esta censura se hizo lo propio en La Palma, donde el PSOE de Anselmo Pestana cedió la presidencia a Mariano Hernández (PP) a cambio de desplazar a Nieves Lady Barreto (CC) del poder que solo había ejercido unos días tras ganar en consejeros y votos el 26 de mayo. Además, el PSOE obviaba que el PP y CC (con gran sorpresa el día de la toma de posesión) le habían impedido dirigir la capital palmera pese a ganar las comicios. El 24 de julio también giró este gobierno insular y CC se quedó sin cabildos. Tampoco en este caso sirvieron de mucho los expedientes de expulsión desde la sede central del PP porque, de hecho, los consejeros supuestamente díscolos ya han sido readmitidos.

Para que se diera un panorama como éste, con CC en la oposición en todos los cabildos, algo clave para una formación tan asentada en lo insular como ésta, tuvo que cuajar también el pacto entre el PSOE y PP en Lanzarote, si bien la socialista Loly Corujo sí ganó el 26M. Este acuerdo arrastró también el gobierno en Arrecife (curiosamente con Podemos), mientras que, en Fuerteventura, la censura anunciada desde antes de las urnas si sumaban se consumó el 8 de julio. Blas Acosta (PSOE), junto a NC y Podemos, desplazó a Lola García (CC), que, como Barreto, pagaba los más de 20 años de presidencia nacionalista pese a llevar solo unos días en el sillón.

En El Hierro, AHI se quedaba por primera vez sin gobiernos y perdía el senador en favor del PSOE. El socialista Alpidio Armas recuperaba la presidencia insular al ganar en votos y lo asentaba luego con un pacto con la Agrupación de Electores de David Cabrera, que dejó AHI-CC muy molesto por cómo eligieron a los candidatos y que aglutinó el descontento de los fundadores. Por primera vez, el PSOE lleva las tres alcaldías.

Los cambios, sin embargo, se extendieron a instituciones de la relevancia del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, donde siempre gobernó CC, ATI o Hermoso con UCD de 1979 a 1983. Como en el Cabildo tinerfeño, los dos concejales de Cs apostaron por el cambio con el apoyo exterior de los 3 ediles de Unidas Podemos e hicieron alcaldesa a Patricia Hernández (PSOE) en una votación también de infarto. Además, la izquierda gobierna La Laguna tras el acuerdo PSOE-Unidas Podemos-Avante, con lo que, salvo censuras o cambios de socios, lo mayor que gobierna ahora CC es Granadilla (con el PP) y La Orotava.