La escasez de lluvia es la causa principal del incierto futuro de explotaciones agrícolas en el sur de la Isla, especialmente las emplazadas en la zona de medianías. Ya la vendimia reflejó esa circunstancia al registrarse en la producción de uva recogida que un descenso osciló entre el 40% y el 50% (por zonas) respecto al año anterior, lo que motiva "que haya bodegas semivacías y/o con problemas para hacer frente a los gastos generales", señala la presidenta de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga), Ángela Delgado.

Una situación que no solo está motivada por la carencia de agua suficiente para el riego, sino "que no logramos precios en el vino que ayuden a paliar esta merma".

Al vinícola se le suma el subsector de la papa, que "con este año de sequía tiene un resultado bastante reducido". Alude al tubérculo que se planta en Vilaflor durante el verano y que se cosecha en invierno, "esa que nos diferencia de todo el mundo". La prolongación del verano, especialmente con temperaturas medias de 28 grados en octubre pasado, están perjudicando a la producción. "Eso para el cultivo es nefasto".

Ángela Delgado entiende que "estamos en emergencia climática" en lo que al agua se refiere. "Se va terminando. Aquí, los pozos y las galerías tienen cada vez menos agua, pero se da la circunstancia de que a esta cota, a esta altitud de la medianía del Sur es imposible obtener otra fuente para disponer del agua que necesita el campo", sostiene la presidenta de Asaga.

En todo caso, los embalses del Sur gestionados por Balsas de Tenerife (Balten) superan en un punto la media de agua almacenada por la red de estas instalaciones en la Isla: un 45% frente al 44%.

Pormenorizando, el volumen de agua en las balsas San Isidro y El Saltadero, en Granadilla de Abona, es del 65% y el 33%, respectivamente, con un 67% en la balsa San Lorenzo, de Arona. La suma total de metros cúbicos almacenables en el Sur de agua regenerada (estos casos) es de 758.264, pero a 1 de diciembre disponían de 352.092 metros cúbicos, en total.

En el caso del agua blanca, el embalse de Trevejos (Vilaflor) estaba al 18% de su llenado y Lomo del Balo, en Guía de Isora, estaba al 56%. La media es del 43% con 350.082 metros cúbicos de 813.326 posibles.

El bajo nivel que registran algunos de los embalses de la Isla debido a la falta de lluvias obligó a racionar el agua de riego de alguna balsa de la zona norte de Tenerife el pasado octubre, dijo el secretario de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga), Javier Rodríguez. Una situación que otros agricultores consultados apuntan que parece "poco probable" o "casi descartado" para la comarca sureña.

En el caso del Norte, el bajo nivel de la balsa Montaña de Taco, en Buenavista del Norte, fue el punto donde realizaron cortes puntuales con el propósito de distribuir el agua entre los agricultores garantizando que todos pudieran regar sus cultivos.

En el Sur, el problema también está advertido hace meses. Después de tres años de sequía, el verano se superó sin sobresaltos, pero hace un mes la desaladora de Fonsalía incrementó la producción durante unos días, porque urgía aumentar las reservas de la balsa de Lomo del Balo, en Guía de Isora. El objetivo era y es afrontar las consecuencias de la sequía y el riesgo para cultivos de la Isla.

A mediados de noviembre, el consejero insular de Agricultura, Ganadería y Pesca, Javier Parrilla, anunció que de persistir la falta de lluvia y el aumento de la demanda de agua para el riego agrícola en el Sur, habría reservas suficientes para atender la situación. Parrilla informó de que la desaladora de Fonsalía aumentó su producción en 4.000 metros cúbicos de agua al día, equivalente a la capacidad de dos piscinas olímpicas.