La producción ecológica de frutales y hortalizas puesta en marcha por Lydia Domínguez, y el cultivo de uva en una finca que pretende ser autosuficiente, una iniciativa desarrollada por César Perdomo, han sido las iniciativas que han resultado ganadores los premios Agrojoven del Cabildo tinerfeño.

Domínguez, que recibe el galardón en la categoría de Idea Empresarial, nunca pensó que la agricultura fuera a ser el sector donde desarrollara su futuro laboral. La falta de frambuesas y moras ecológicas que detectó como consumidora en los lineales de supermercado le animó a emprender el proyecto Aires del Apartadero en Fasnia, a través del que también ha conseguido recuperar un terreno agrícola familiar que estaba en estado de abandono. A pesar de que muchos desconfiaron de que las moras y frambuesas se adaptaran al cultivo en el Sur, finalmente ha sido así.

"La gente ha olvidado la cantidad de oportunidades que hay en la agricultura de la Isla", afirma. Por eso, anima a otros jóvenes a "probar y cultivar" ya que asegura que Canarias "es el lugar idóneo para ello". "Este premio lo que hace es confirmarme de que voy por el camino correcto", concluye.

A diferencia de Domínguez, César Perdomo, ganador en la categoría de Idea Empresarial, ha estado vinculado durante toda su vida a la tierra y la actividad agrícola. "Mis padres trabajaban como medianeros en una finca y desde pequeño les he ayudado ", explica.

Unas labores que poco a poco fueron haciendo mella y que acabaron desarrollando en él un amor por este trabajo y en especial por el cultivo de la viña. Así nace Vitisost, una iniciativa a la que Perdomo dedica su tiempo libre intentando producir sus propios caldos en una finca que trata de ser autosuficiente, utilizando como abono y fertilizantes los elementos propios del entorno.

Los galardonados recogieron sus reconocimientos ayer en un acto celebrado en el Palacio insular, de las manos del consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca, Javier Parrilla.