Chispa, Abril, Tegra, Theo y Peyton recibían ayer con entusiasmo a todos aquellos que se acercaban a acariciarlos. Jugaban inquietos junto a los puestos de las protectoras de animales que se encargan de ellos y que intentan buscarles una familia. Chispa, Abril y Tegra se encontraban en la Feria de Adopción de Mascotas organizada por el Ayuntamiento de La Laguna, que tuvo lugar en la plaza del Tranvía, y Theo y Peyton estaban en la jornada dedicada a las mascotas organizada por el Consistorio de la capital, que se desarrolló en la plaza de España, ambas llevadas a cabo con motivo de la celebración del Día de los Animales. Ellos son solo algunos de los perros que, a través de las más de 10 asociaciones y protectoras que participaron ayer en estas iniciativas, esperan algún día encontrar un hogar o que ya han superado ese trance.

Precisamente, uno de los objetivos que se persiguen con la celebración de estas jornadas es "concienciar a la población de que la adopción es siempre mejor opción que la compra y de que, además, hay muchos perritos mayores, y también gatos, que anhelan que alguien los quiera, que una familia los acoja". "Los seres humanos somos así de egoístas. Solo queremos cachorros o perros jóvenes. Las protectoras contamos con animales mayores que son una maravilla y que tan solo necesitan cariño", indica Montse Rodríguez, componente de la asociación SOS Peludos.

Uno de ellos es Chispa, una pointer que "fue rescatada de un zulo" cuando tenía siete años. Ahora tiene 12. Chispa tendrá que someterse la próxima semana a una operación por un lipoma invasivo que debe ser extirpado en la mayor brevedad. Todo lo recaudado ayer durante la feria de La Laguna por la venta de diferentes productos, a través de su protectora, será destinado a financiar su operación, cuyo coste asciende a casi 500 euros. "Una vez extirpado este lipoma, Chispa quedará estupenda. Es una perra muy especial y cariñosa, le encantan los niños y pasear. Si la acaricias, ya no se te despega".

Abril y Tegra son dos galgas españolas que viajaron desde la Península hasta Canarias. "Un operativo de la Guardia Civil las encontró en una fábrica abandonada. La asociación Galgo Libre nos pidió nuestra colaboración para que les buscáramos un hogar en Tenerife. Llevan dos meses con nosotros. Tienen un carácter excepcional y son muy sociables. Eso sí, en casa se apoderarán del sofá", cuenta Montse Rodríguez.

Otros canes, sin embargo, han tenido más suerte. Es el caso, por ejemplo, de Peyton, un joven cachorro de podenco canario que, junto a su hermana, fue rescatado en Candelaria cuando tenía apenas dos meses. Ayer, su dueña Sandra de la Cruz lo paseaba orgullosa. "Es muy noble. No lo quito ni loca", recalcó.

El caso de Theo, un pastor garafiano con displasia severa de cadera, es algo más complejo. Su dueña, Ana, lleva años luchando por tratar de curarlo. Con mucho sacrificio ha logrado que recupere parte de la musculatura, pero ahora necesita dos operaciones muy costosas.