Los jugadores del CD Tenerife consiguieron, en una visita ya tradicional en fechas navideñas, provocar las sonrisas que tanto les está costando generar en un campo de fútbol en este inicio de temporada. Media plantilla, con su entrenador Rubén Baraja al frente, acudió en el mediodía de ayer a la planta de pediatría del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria para visitar a la treintena de niñas y niños que permanecen allí ingresados.

Luis Pérez, Iker Undabarrena, José Naranjo, Borja Lasso, Suso Santana, Carlos Ruiz, Aitor Sanz, Robert Mazan, Isma López, Shaq Moore, Dani Hernández, Javi Alonso e Ignacio Otaño estuvieron acompañados por su técnico, los preparadores físicos Javi Poblaciones y Maykol Hernández, el responsable de marketing de la entidad David de Diego, el del apartado social Antonio Cano y el director de Comunicación Javier Armas.

El objetivo de la visita era hacer más llevadera la jornada a los pacientes hospitalizados en el centro tinerfeño, adscrito a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias. Lo consiguieron sin despeinarse, sin el esfuerzo ni el empeño que necesitan ofrecer sobre el césped. Su sola presencia ya supuso una alegría para los más pequeños, que recibieron además distintos obsequios en forma de balones, bufandas y mochilas del CD Tenerife.

Cada puerta de habitación que se abría era un síntoma de alegría que, por unos momentos, permitía a los pacientes pediátricos y a sus familias olvidar las dolencias que les impedían estar en sus hogares por algún tiempo. "Que vienen los jugadores del Tenerife", advertía una madre instantes antes de que cruzaran el umbral de la puerta Carlos Ruiz, Isma López y Aitor Sanz en una de las habitaciones. La sonrisa aparecía inmediatamente en el rostro de la pequeña, que casi ni atendió a los regalos. Prefería una foto, dos, hasta tres con sus ídolos.

Pediatría

Los futbolistas se fueron interesando por el estado de salud de los más pequeños y trataron de animar a las familias, que tantas horas sin dormir pasan en estas circunstancias, para intentar que la estancia hospitalaria se hiciera más amena al menos durante los más de 40 minutos que estuvieron en la planta de Pediatría. Irene, una de las niñas ingresadas, tiene apenas 6 años y lleva una semana en La Candelaria. "Estamos algo cansados, claro, porque pasan los días. Pero queremos estar con ella en todo momento", explicaba Adolfo Castro, padre de la pequeña que "lo lleva bien" dentro de las circunstancias.

Visitas como la del CD Tenerife "se agradecen" porque suponen "un aliciente para los chiquillos, que también acogen con ilusión los regalitos". Pero las palabras del progenitor de Irene no solo fueron de agradecimiento para los jugadores. También aprovechó para pedirles "un esfuerzo" extra para ganar este sábado. "Soy aficionado y les he dicho que hay que poner un poquito más de su parte para salir adelante, aunque yo soy optimista y creo que lo van a lograr", comentó deseando que el paso por La Candelaria sirva a los blanquiazules para valorar su salud y la capacidad que tienen para "dar más alegrías".

Madres y padres se acercaban al pasillo para ver llegar a los jugadores y, durante su estancia, no paraban de hablar maravillas de la planta pediátrica y el personal que atiende a sus hijos. "Aquí los tratan fenomenal, no tenemos queja, los entretienen y les hacen más llevadera una estancia que todos querríamos que fuera lo más corta posible", explicaban.

El movimiento era constante: traslados a quirófano, pruebas, atención en las habitaciones, almuerzos que se iniciaban o terminaban... Pero el mundo se paraba cuando llegaban los tinerfeñistas a cada habitación. "¿Cuántos años tiene? ¿Qué le pasa?", planteaban los jugadores antes de empezar a repartir regalos y expresar sus mejores deseos.

El doctor Jorge Gómez Sirvent, jefe de Pediatría, unió durante ese rato dos de sus pasiones: su profesión y el fútbol. "Voy todos los domingos al Heliodoro Rodríguez López y, cuando juegan fuera, los veo por la televisión", contaba sonriente agregando además que fue futbolista antes de dedicarse incluso a la medicina: "Soy tinerfeñista y jugué en este equipo hace 40 años, a las órdenes de Olimpio Romero". Era la década de los 80, tan escasa de éxitos como la actual. Al menos hasta el ascenso de 1989. "A ver si se repiten aquellos tiempos, los buenos", decía otro miembro del personal al escuchar la conversación.

Gómez Sirvent, dispuesto a sumarse al buen ambiente reinante, incluso ofreció su ayuda a Rubén Baraja: "Le estaba diciendo ahora al entrenador que a ver si nos sobraba alguna caja de vitaminas para darles un impulso en los próximos partidos".

Ya en un tono más serio no dudó en agradecer "el gesto del CD Tenerife, y más en esta época del año, aunque es loable en cualquier momento". Para el doctor, "es beneficioso para los niños porque se distraen y pasan un rato muy agradable con personas que son héroes, a los que ven en la televisión, y a los que van a ver jugar al campo".

Buena conversación

Enfermeras y médicos fueron interactuando con los futbolistas, encantados con la predisposición de estos. "Hablas con ellos y te das cuenta de que son personas encantadoras, que vienen con ganas porque saben que le hacen un bien a los más pequeños y a sus familias", decían sonrientes. Para muchos de los profesionales no era la primera vez porque el club ha convertido en tradicional esta iniciativa, que nació hace más de una década. De hecho, suele ser el pistoletazo de salida a un amplio programa de actividades navideñas, que están coordinadas por el servicio Pedagógico de La Candelaria para celebrar estas fiestas.

Así desde esta semana y hasta el 9 de enero de 2020, se llevarán a cabo diferentes actividades de carácter lúdico en el área de Pediatría. Se esperan visitas de Bomberos de Tenerife, Policía Nacional o la Orquesta Sinfónica de Tenerife, además de la presencia de cuentacuentos, sesiones de magia o el reparto de juguetes. La decoración también hace lo suyo. Navideña, como no, se puede disfrutar en los diferentes espacios del Hospital, que contarán con la celebración tradicional en el servicio de Rehabilitación, y las esperadas visitas de Papá Noel y Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente.

Mientras, el CD Tenerife vivirá hoy la segunda parada: el Hospital Universitario de Canarias. El resto de la plantilla y, de nuevo, el cuerpo técnico asistirán a esta nueva visita en una jornada que debe completar el efecto motivacional necesario para acometer el partido de este sábado ante el Alcorcón. Sí, aparte de los tres puntos, ya existe otra buena causa para conseguir la victoria: que la sonrisa de los niños tenga continuidad unos días más.