Las tres primeras viviendas que debían de ser desalojadas este martes 10 de diciembre en Santa Lucía, Güímar, se han negado y han firmado su no conforme, por lo que aún permanecen en sus casas.

Ya que se espera que ocurra lo mismo con el resto de vecinos, el Ayuntamiento solicitará la autorización judicial para efectuar el desalojo y precintar.

La veintena de vecinos afectados recibió el pasado miércoles 4 de diciembre el decreto del alcalde, Airam Puerta, ordenando el desalojo de sus viviendas "por riesgo de lluvia", un plazo que alargó hasta el martes si lo hacían de forma voluntaria. Puerta informó de que este martes se iba a proceder al precinto de las dos áreas del barrio güímarero debido a que existe "riesgo inminente de desplome del talud y, por tanto, para la integridad física y la vida de las personas", según los informes emitidos por la Oficina Técnica Municipal.

El alcalde del municipio, que se encuentra en el barrio, ha realizado unas declaraciones en las que muestra su comprensión con los vecinos y su situación. "El procedimiento que se marca para este tipo de situaciones es desagradable", ha expuesto el regidor. "Hoy se cumple el plazo, de forma voluntaria, que se les notificó a los vecinos para efectuar el desalojo. En principio todos están mostrando su contrariedad, por lo tanto no se van a marchar", expuso Puerta, quien concretó que a partir de este momento se procederá a levantar acta y se pondrá en conocimiento del Juzgado. "De esta forma tendrá constancia de lo que ha sucedido el día de hoy y tomará las medidas necesarias para continuar con el desalojo, o no, y paralizarlo. Eso ya es una cuestión judicial", puntualizó.