Dentro de un paquete postal en unos sacos individuales de tela que fueron cosidos para evitar que pudieran escapar. Así encontraron recientemente agentes de la aduana en Alemania a 39 lagartos de una especie protegida de la Isla, que habían sido enviados desde Tenerife hasta el país germano. El paquete fue encontrado en la estación de carga internacional Speyer, donde tras llevar a cabo una inspección de rayos X, se constató que en su interior había animales vivos, lo que llevó a los agentes a abrirlo para comprobar su contenido.

Los ejemplares habían sido declarados como un recuerdo de la Isla y no como ejemplares de lagarto. Tal y como advierte la aduana alemana está prohibida la importación de estos animales, a no ser que se cuente con un permiso especial expedido por el Gobierno de Canarias. La consignataria del envío, una mujer de Renania del Norte-Westfalia, no pudo acreditar estar en posesión de los permisos y la documentación pertinente, por lo que se prevé que sea sancionada y podría enfrentarse a una pena de hasta cinco años de cárcel, según indicó la aduana alemana.

A pesar de las condiciones en las que fueron enviados los 39 ejemplares de lagarto -en una caja de cartón, metidos en sacos de tela sin agua ni comida-, todos han sobrevivido al traslado y tras un reconocimiento veterinario han sido enviados a un refugio en Alemania.

El presidente de la Fundación Neotrópico, Jaime de Urioste -que difundió recientemente el suceso a través de las redes sociales de la entidad-, apunta que la resistencia que presentan los reptiles a la falta de agua y comida y a las bajas temperaturas los hacen unas "víctimas idóneas para este tipo de contrabando".

El responsable de esta asociación, que se encarga de atender en sus instalaciones a animales exóticos encontrados en la Isla, lamenta que este tipo de sucesos "se repiten cada vez más", pero afirma que debido a los avances tecnológicos "se detectan también con más facilidad".

De Urioste expone que es frecuente encontrar en ferias de animales exóticos de Europa en incluso de Estados Unidos crías de especies protegidas de lagarto del Archipiélago, "lo que evidencia que en algún momento se han conseguido sacar". A pesar de que su exportación está "totalmente prohibida" según la normativa de las Islas "si consiguen sacarlas fuera del territorio estamos desamparados porque nos regimos por las leyes de estos países".

Sobre lo que pasará a partir de ahora con los 39 ejemplares de lagarto rescatados en Alemania, De Urioste comenta que el Gobierno de Canarias debería interesarse por identificar a qué especie pertenecen. "No sabemos con seguridad cuál es, porque a pesar de que se identifican como Gallotia pueden tratarse de varias diferentes", concreta.

En el caso de que fueran de alguna especie que estuviera en peligro de extinción, "considero que lo correcto sería comenzar los trámites para poder traerlos de nuevo a Canarias".

Por desgracia, esta no ha sido la única vez en la que la fauna endémica de la Isla ha tenido que enfrentarse a actividades de contrabando como esta. Una de las operaciones que tuvo más difusión fue la que permitió que la Guardia Civil decomisara en 2014 un total de 21 ejemplares de pinzón azul de Tenerife, que pretendían sacarse de forma ilegal de la Isla, a través del Aeropuerto Reina Sofía con destino a la región italiana de Milán.

En esta ocasión, el marcaje de los pinzones azules, que se hacía desde el año 2006 para realizar un seguimiento de la población y estudiar su comportamiento, permitió identificar a los ejemplares y poder devolverlos a su entorno natural, tras la operación policial.

Tráfico ilegal

Por desgracia, el tráfico ilegal de animales es un negocio muy lucrativo que también se lleva a cabo de forma inversa y hay quien intenta introducir en Tenerife ejemplares de especies exóticas para que sean comercializados en la Isla.

El pasado mes de julio la Guardia Civil detuvo en el Aeropuerto Tenerife Norte a un ciudadano que trató de introducir ocultas en dos maletas un total de 68 aves de 21 especies protegidas. Al detectar sonidos que parecían salir del este equipaje, los agentes abrieron los bolsos y encontraron once jaulas rudimentarias de malla metálica ocultas debajo de pasta cruda. Entre los 68 animales decomisados en esta ocasión había periquitos, agapornis y otras especies exóticas.