El coordinador del Museo de Arte Sacro 'El Tesoro de La Concepción', Adolfo Padrón, recibió a finales de octubre el mensaje de un familiar que había encontrado "un libro antiguo" en un solar de La Orotava donde se almacenan escombros antes de llevarlos a una planta de reciclaje. Recibió una foto a través del móvil y lo vio interesante, así que se acercó hasta el solar y descubrió un auténtico tesoro oculto entre los escombros. "Cuando llegué, me di cuenta de que allí había un armario entero tirado. Empecé a levantar cosas y no paraban de salir papeles y más papeles. Documentación fechada entre los siglos XVII y XIX de prácticamente todas las temáticas", explica.

Padrón salvó, un día antes de que lloviera a mares en La Orotava, miles de recibos y documentos oficiales, el archivo completo de un cura que fue titular de la parroquia de La Concepción de La Laguna, infinidad de cartas, documentos firmados por reyes y obispos, sellos perfectamente conservados, sermones, inventarios, solicitudes, poemas, árboles genealógicos de varias familias, diplomas, proclamas, títulos, cuadernos escolares, textos sobre enseñanza musical, cuentas, documentación con información relativa a transacciones comerciales de vinos o telas, y hasta recetas de cocina que muestran como se hacían los mantecados, los buñuelos o las sopas borrachas hace más de 200 años.

También ha encontrado tarjetas de visita con símbolos masónicos; firmas originales de personajes como Fernando VII o el diputado y poeta Graciliano Afonso; un documento real que permitía a un hijo de padres desconocidos ostentar un cargo público y gozar de plena consideración social; copias de partidas bautismales de Buenavista del Norte, diarios personales o un anuncio de un acto organizado por Cruz Roja para recaudar fondos para lisiados tras la pérdida de las colonias de Cuba y Filipinas en 1898.

El volumen y la variedad de información es enorme:"Hay registros de vendimia, con los tipos de uva; cuadernos de didáctica musical y de caligrafía para mujeres; pleitos para aburrir; capellanías, y multitud de referencias a documentos anteriores, algunos incluso de los primeros años tras la conquista".

En un primer análisis de este archivo rescatado tras casi dos meses enterrado bajo una montaña de escombros, Padrón ha descubierto multitud de documentos relativos a La Orotava, que perdió en un incendio prácticamente la totalidad del archivo anterior a 1841, pero también referencias a La Laguna, Arico, Buenavista, Los Realejos o Garachico.

"Es interesante porque hay muchísimas copias de documentos públicos como litigios, autos, testamentos o créditos anteriores al incendio del archivo villero, que podrían ofrecer nuevas claves para la historia del municipio", destaca este joven restaurador, que tiene experiencia en la recuperación de documentos históricos en el Archivo de La Laguna.

Su intención es analizar todo el contenido de los documentos recuperados antes de legarlo a alguna institución. "Ya he recibido algunas llamadas de instituciones interesadas, pero primero me gustaría investigar y divulgar todo lo que ha estado a punto de perderse para siempre", explica.

Entre lo recuperado hay decenas de hatillos de cartas, muchas con sellos de lacre, que podrían ofrecer una gran cantidad de información sobre la vida cotidiana de varias épocas, las transacciones comerciales o, quizás, aportar alguna nueva clave que modifique algún aspecto de la historia local de algún pueblo de Tenerife. Hay cartas enviadas desde La Habana (Cuba), Génova (Italia), Rusia o Cádiz, y muchas de ellas tenían como destino el antiguo Puerto de La Orotava, el actual Puerto de la Cruz.

"Incluso en una carta encontré un trozo de tela, enviado desde Italia a modo de muestra para una posible compradora", detalla.

"Mi intención es ir haciendo público todo su contenido poco a poco. Sé que serán años de trabajo", reconoce, "pero de aquí podrán salir varios libros publicados, por ejemplo con las recetas de cocina o con los numerosos sermones".

"Y todo estaba enterrado entre escombros", se repite Adolfo Padrón mientras bucea entre miles de pedazos de historia.