Juntas, diversas y sin miedo. El lema del Foro contra la Violencia de Género de Tenerife para animar a seguir la manifestación que conmemora -no hay nada que celebrar- el 25N se quiebra porque falta una mujer más: SaraLa joven de 26 años ha sido asesinada en Granadilla pocas horas antes de la marcha en la que miles de personas -2.500 según la Policía Nacional y 5.000 para los organizadores- reivindican por las calles de Santa Cruz la lucha contra la violencia machista. Su recuerdo marca toda la jornada.

Una jornada planificada para reivindicar la eliminación de la violencia de género. Recuerda que en esa misma fecha de 1960 las tres hermanas Mirabal eran brutalmente asesinadas por la dictadura dominicana del chivo

El parque García Sanabria es el punto de partida de la marea morada. O no tan morada porque la forman colectivos de todo tipo y, sobre todo, personas a título individual. Muchas mujeres, pero también bastantes hombres. Mayores y jóvenes de ambos sexos. Desde históricas de esta lucha como Rosario Pino a muy jovencitas, casi niñas.

Primero llegan los discursos porque el movimiento feminista tradicionalmente es de mucho discurso. Contra la doble discriminación de las mujeres sordas sin Intérpretes de Lengua de Signos; la violencia sobre los niños y adolescentes; la realidad LGTBI; el testimonio duro de la hermana de una asesinada en 2013 que cuenta todas las dificultades posteriores; una niña que dice que "también nos están asesinando"; el padecer de las mujeres emigrantes o el grito de aquellas "hartas de los cánones y los modelos hegemónicos de belleza".

El segundo bloque de este prólogo, sin salir del gran espacio vegetal que da a la calle Méndez Núñez, fue la representación junto al Reloj de Flores de la Asociación de mujeres Actrices con A, alusiva, cómo no, a la violencia machista. Con víctimas y verdugos.

Parte la manifestación

Luego parte al fin la comitiva, calle El Pilar abajo. Detrás de una gran pancarta en la que se lee: ¡No más violencia contra las mujeres! Ese es el principal eslogan que se corea junto a Ni una menos, vivas las queremos. Siempre con Sara en la memoria.

Carteles no faltan -nunca faltan en este tipo de manifestaciones- incluyendo los que junto a una silueta negra recogen el nombre de cientos de asesinadas.

Solo lo que va de este año en Canarias, según los datos de quienes organizan la marcha, 12 mujeres y un menor por 94 féminas y cuatro menores en todo el Estado.

Más carteles con toda clase de mensajes. Unos pocos ejemplos apenas: No son arrebatos, son asesinatos; Seríamos más si no nos hubieran matado o Soy feminista porque el feminismo salva vidas; el machismo las quita.

En línea recta hasta la Alameda del Duque de Santa Elena. Tras El Pilar, Villalba Hervás. Ya son miles quienes recorren las calles entre gritos más o menos clásicos. Del De Norte a Sur, de Este a Oeste, la lucha sigue, cueste lo que cueste o Abajo el patriarcado que va a caer, que va a caer; arriba el feminismo que va a vencer que va a vencer a La calle, la noche, la fiesta también son nuestras. Un recuerdo especial al paso por delante de la iglesia de El Pilar: Vamos a quemar la Conferencia Episcopal por machista y patriarcal.

Feminismo clásico

No faltan los clásicos lemas del feminismo: Mi cuerpo es mío y yo decido o Que no, que no, que no tenemos miedo. Y algunos otros directamente críticos referidos al tratamiento mediático de los casos de violencia machista: Nadie preguntó cómo vestía el agresor o No son muertes, son asesinatos.

Ya la larga fila de gente heterogénea llega la La Alameda. Allí, en este emblemático espacio de Santa Cruz, se extiende la masa para escuchar, otra vez, los discursos. En este caso un manifiesto que toca todos los palos. Por supuesto, el machismo y el patriarcado con un repetido plantemos cara a la violencia patriarcal que ataca sobre todo a los más vulnerables. Toques a la iglesia o a las ideologías fascistas que recorren el mundo.

También hay referencias al racismo, al colonialismo, a la acumulación de capital, la feminización de la pobreza o el expolio del planeta. Un recuerdo a las mujeres de Bolivia, de Chile, de Colombia, a las indígenas, a las saharauis o a las emigrantes.

Y de nuevo Sara, siempre Sara. La portavoz del Foro contra la Violencia de Género, Elisa Pérez Rosales, afirma que frente a las cifras oficiales de ocho mujeres y un menor muertos por violencia machista este 2019 en Canarias, el Foro contabiliza a Sara como la víctima número 12 ya que la ley solo contempla los asesinatos que cometen parejas o exparejas "pero la violencia de género abarca más cosas".

Juntas, diversas y sin miedo. Pero en el Ni una menos la cuenta debe volver a empezar porque falta otra vez una: Sara.