El sector pesquero de Tenerife ha perdido en el último año uno de cada cuatro puestos de trabajo. Así lo evidencian al menos los datos recogidos por el Instituto de Estadística de Canarias (Istac), que recoge que en el tercer trimestre del año había en la Isla 426 personas que viven directamente de la pesca o la acuicultura, frente a los 574 que había en el mismo trimestre del año anterior. Lo que supone una reducción de un 25% de los puestos de trabajo.

La mayor parte de estos pescadores se encuentran en la zona metropolitana, con 161 trabajadores, mientras que la comarca de Abona, con 113 profesionales, es la segunda zona de la Isla donde existen más personas que desarrollan esta actividad.

Una situación que evidencia el abandono de la pesca tradicional por parte de las nuevas generaciones, lo que pone en peligro una actividad determinante para la economía de la Isla.

El consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca del Cabildo de Tenerife, Javier Parrilla, afirma a EL DÍA que la pesca "tiene que ser rescatada", ya que no atraviesa en la Isla por su mejor momento. "Es un trabajo difícil, que hacen las personas jugándose la vida en muchas ocasiones y que tiene que potenciarse de alguna forma, porque es fundamental", admite. Parrilla reconoce que "ha habido una reducción del número de profesionales en los últimos años, algo natural porque es un trabajo muy duro", aunque señala que también puede ser producto de cambios sociológicos.

En la actualidad existen 10 cofradías de pescadores que producen nueve millones de kilos al año. De estas capturas, el 96,7% son peces pelágicos costeros y oceánicos, como túnidos, chicharros, caballas o sardinas. El 2,9% restante es pesca de recursos demersales como samas, sargos, bocineros o cabrillas, mientras que el marisqueo de pulpos y camarones representa solo en 0,3% del total de las capturas.

La contribución de la pesca profesional al Producto Interior Bruto (PIB) de la Isla llega al 0,3%. Un porcentaje que "comparado con los grandes números del sector terciario puede parecer poco", valora Parrilla, pero que asegura el sustento a muchas familias de manera indirecta. "Cuántos restaurantes viven gracias a que tienen cada día pescado fresco en sus cocinas", se pregunta el consejero, ya que afirma que en la Isla "ir a comer pescado es algo cultural", a través de lo que se genera una actividad económica.

Parrilla considera que el sector no ha tenido toda la colaboración que requiere por parte de las administraciones en los últimos años. En el caso del Cabildo, en 2020 triplicará el presupuesto para este área, que pasará de los 100.000 a más de 300.000 euros. Con ellos se financiarán ayudas a las cofradías. "Intentaremos que lleguen directamente y se bonificarán costes como el de desecho de piezas", explica. A través de estas subvenciones se intentará que las cofradías "no dependan solo de una cuota que es muy modesta", ya que sin esa estructura de punto de primera venta el sector no podría sobrevivir. Por eso, también se invertirá en la mejora de esos espacios, algo que Parrilla considera "fundamental" y que se realizará potenciando el grupo de Acción Costera, a través del que se vehicularán actividades de formación y concienciación.

En este sentido, el Cabildo ha puesto en marcha la campaña promocional Pescando por Tenerife, que tiene el objetivo de impulsar el consumo de productos pesqueros locales esta Navidad. Para ello, se realizarán una serie de talleres formativos y degustaciones que tendrán lugar en los mercados municipales de Puerto de la Cruz, Guía de Isora, Tacoronte, La Laguna, Las Chafiras en San Miguel de Abona, Arona y La Orotava. Además, también se desarrollarán actividades en el Centro Comercial Siam Mall, en Adeje, y el Centro Comercial Alcampo La Laguna.

Estos talleres, que se desarrollarán hasta el sábado 7 de diciembre, consistirán en la elaboración de recetas navideñas con pescado y en degustaciones culinarias de variedades locales, a través de foodtruck.

Atractivo turístico

El Cabildo de Tenerife quiere potenciar la pesca artesanal como una experiencia turística que promocionar en la Isla. De esta manera, los visitantes podrán vivir en primera persona cómo los profesionales desarrollan esta actividad, que constituye un foco económico importante para la Isla, pero también un aspecto cultural determinante.

Fomentar este tipo de experiencias turísticas es uno de los objetivos que se ha marcado el consejero insular, quien considera que esta actividad podría suponer unos ingresos extra a los patronos de los barcos que trabajar en las aguas de la Isla. "Ya hay un reglamento desarrollado para poder realizarlas y es muy fácil acogerse a él", valora.

De esta manera, los turistas subirían al barco y observaría cómo los marineros desarrollan su trabajo. Sin embargo, Parrilla advierte que "no podrían pescar", pero sí ser testigos de como se realiza esta labor artesanal arraigada al territorio.

El turista tendría después la posibilidad de degustar la captura que se ha realizado en esa jornada, aunque Parrilla señala que los ejemplares deberán pasar primero por un punto de primera venta para contar con todas las garantías sanitarias y será allí donde las podrán adquirir.

Sin embargo, el consejero quiso tranquilizar a otros empresarios que desarrollan actividades similares, como la observación de cetáceos o la pesca deportiva, ya que considera que hay hueco para todos y que se trata de experiencias completamente diferentes.

La acuicultura se enfrenta a una drástica situación

El sector acuícola en Tenerife se enfrenta en los últimos tiempos a una dramática situación con una reducción drástica del número de empresas, que pone en serio peligro esta actividad en la Isla. Actualmente, solo una compañía sigue trabajando en la costa tinerfeña, mientras que en el pasado existían una veintena que han ido desapareciendo.

El consejero insular de Agricultura, Ganadería y Pesca, Javier Parrilla, asegura que durante este mandato intentará que "no caiga por completo este sector", aunque advirtió que es muy difícil revivir una actividad que parece agonizar en la Isla. El responsable señala que se trata de un sector complicado que requiere de muchos condicionantes para salir adelante, ya que además de las celdas es necesario invertir en pienso y en barcos para atender las instalaciones. "Como toda actividad de estas características requiere de una infraestructura muy importante", considera. Sin embargo, Parrilla asegura que este "no es un sector que vayamos a dejar de lado", y mantiene que el Cabildo de Tenerife "estará ahí cuando nos necesite".