La fama de buen vino y comida que han adquirido los guachinches en la Isla atrae a cada vez más clientes. Una popularidad que han querido aprovechar otro tipo de establecimientos que, sin serlo, añaden el término guachinche a su nombre para tratar de captar clientela. Luchar contra este fraude se ha convertido en una de las principales demandas de quienes regentan una de estas casas de comida, donde se comercializa de forma temporal los caldos tinerfeños, que ven como otro tipo de locales quieren aprovechar su tirón para ganar comensales.

Sin embargo, no existe ningún servicio de inspección que vigile y sancione el uso fraudulento de este término, a pesar de que la Ley de Calidad Agroalimentaria aprobada el pasado mes de abril, recoge que aquellos restaurantes que lo estén utilizando deberán eliminarlo.

La normativa regional es clara y divide en tres categorías los establecimientos de restauración del Archipiélago. Una de ellas es la de guachinche, un local en el que se desarrolla "la actividad de comercialización temporal del vino de cosecha propia". Una oferta que solo puede acompañar con hasta un máximo de tres platos de elaboración propia. Además, solo podrán ofrecer como bebida sus propios caldos o agua.

Que se ponga en marcha este servicio de inspección fue lo que demandó ayer el portavoz del grupo parlamentario Podemos Canarias en el área de Agricultura, Francisco Déniz, a la consejera responsable de este área en el Gobierno de Canarias, Alicia Vanoostende.

En este sentido, reclamó que ahora que comienza la temporada de apertura de los guachinches, se debería aumentar la inspección y exigir el cumplimiento de la Ley, que insta a "todos los establecimientos de restauración que vinieran haciendo uso del término guachinche, sin pertenecer a dicho grupo", a retirarlo en los 12 meses posteriores a la entrada en vigor de esta normativa.

A pesar de que todavía no se ha cumplido el este plazo, Déniz comentó que se debería estar llevando a cabo un trabajo de inspección en el que se les advierta de que deben ir retirándolos lo antes posible.

Sin embargo, el Gobierno de Canarias todavía no tiene la competencia para realizar esta vigilancia y sanción a los falsos guachinches, ya que el decreto a través del que se reguló en 2013 esta actividad atribuye a los cabildos estas gestiones.

En septiembre de 2018, el Parlamento de Canarias aprobó por unanimidad una moción presentada por Podemos en la que se instó al Ejecutivo regional a modificar este decreto. Uno de los cambios solicitados fue precisamente que fuera la Consejería de Agricultura la que asumiera las competencias básicas en la gestión de este tipo de establecimientos tan característicos de la Isla.

Además, también se proponía que estos locales pudieran ampliar hasta los seis meses su periodo de apertura, ya que según el decreto solo pueden hacerlo durante cuatro meses.

Otra de las novedades que introdujo la moción, fue que los propietarios de los guachinches puedan comercializar no solo el vino propio, sino también el que proceda de explotaciones cercanas.

A pesar de que esta moción presentada por Podemos, a la que se le añadieron enmiendas de Coalición Canaria, fue aprobada por unanimidad en el pleno del Parlamento de Canarias hace más de un año, el Gobierno regional todavía no ha trasladado esos acuerdos al decreto a través del que se regula la actividad y por lo tanto no son efectivos.

Una situación que fue trasladada ayer a la consejera responsable del área de agricultura en el Ejecutivo autonómico, Alicia Vanoostende, para que pudiera ser solventada lo antes posible.