Reconocido abogado ambiental, Robert Francis Kennedy Jr. fue el protagonista del encuentro Adeje ante el cambio climático. "Buenas noches a todos, he olvidado mi español, tengo que practicarlo. Gracias, alcalde". Esas primeras palabras de su ponencia, Greengrowth, innovación y turismo, siguieron con la exposición de experiencias personales con grandes empresas internacionales vinculadas al consumo, para llegar a la conclusión de que "solo el 8% de la población pagaría por un aspecto moral". Ante ello, aboga por "incentivar la buena conducta" de forma que se remunere la eficiencia y castiguen los residuos.

Kennedy pide implicarse en política como una medida de defensa del medio ambiente, entendiendo ello por "protestar en las calles" y favorecer "el cambio de los políticos". En el lado positivo colocó al alcalde, José Miguel Rodríguez Fraga, como un político que trabaja por "hacer un municipio eficiente energéticamente, algo que es viable".

Para dejar a las futuras generaciones una herencia como la recibida, "tenemos que cuidar el medio ambiente", o sea, la tierra, el mar, el entorno... "No tenemos que hacer lo que dicen los grandes contaminantes, no hay que elegir entre prosperidad económica y el cuidado del medio ambiente. Eso es erróneo".

Ante el riesgo de que la población del futuro se vea sin recursos, "la inversión en el medio ambiente es la forma de defender el bienestar y el progreso de nuestra generación y de las futuras". Desde su experiencia profesional, la política es una herramienta desde la que se debe trabajar con esa premisa y esa finalidad.

Kennedy acusó a las petroleras de ser las causantes de las dificultades que Adeje tendrá para lograr que sus casas y hoteles se autoabastezcan de energía solar, "la más barata del mundo". Aseguró que "ustedes pagan aquí diez veces más que nosotros por obtener energía y las petroleras no quieren perder eso".

Las mismas empresas a las que acusó de ser las grandes contaminantes del mundo y emisoras de gases a la atmósfera. "Son empresas que me están imponiendo eso", criticó.

El calentamiento global "es una crisis y una preocupación para los Gobiernos", pero eso se encuentra con que "los Gobiernos dicen que no pueden ir tan rápido porque habría que adoptar medidas que repercutirían en la gente". Como ejemplo histórico citó el caso de la esclavitud, abolida tras un año de debate y "de la noche a la mañana", propiciando desarrollo.

Convencido de las bondades del capitalismo del libre mercado, asegura que en EEUU hay "un capitalismo controlado", porque en un mercado libre "debemos valorar los recursos naturales, no subvalorarlos. Lo que hacen los contaminadores es enriquecerse a costa de los demás, elevan su nivel de vida y reducen el de los demás".

En una intervención salpicada de alusiones a su experiencia profesional personal, reprochó al Fondo Monetario Internacional (FMI) que no tenga en cuenta la contaminación, "porque el contaminador se lleva subvenciones y la contaminación genera gasto para su limpieza. Los contaminadores se esconden tras la nube política para repercutir en el consumidor los gastos de su contaminación".

En su reflexión, Robert F. Kennedy Jr. aludió a que hay repercusiones en la salud que requieren miles de millones al año, "algo que debe estar reflejado en cada producto que se lanza al mercado". Aseguró que estas empresas reciben "5 billones de subvenciones al año. Sin ello, no sobreviven. Hay que retirarlas".

"Tenemos que comprometer a la juventud a que se comprometa en ser eficiente", apuntó el sobrino del presidente americano John F. Kennedy.

El estudio del coste de la energía en el mundo refleja que el precio de las energías limpias es notablemente inferior a la fósil. Pero en Tenerife "pagan más de cien veces por su energía respecto a la que se genera en Chile".

A su juicio, "hay una relación entre la tiranía y el petróleo", citando a Arabia Saudí, con industrias con mucho capital concentrado. "El cambio a la energía eólica" sería una forma de alcanzar libertad "frente a la tiranía que viven, envenenando al planeta y derramando su petróleo".

Los guanches fueron una de las citas en su intervención como excusa para mencionar Internet e introducir las nuevas tecnologías en un discurso que le llevó al abaratamiento que los avances tienen en las comunicaciones, lo mismo que reclama para el campo de las energías. "Los enemigos se están enriqueciendo causando catástrofes naturales", por lo que "necesitamos una sociedad comprometida con el futuro, con las nuevas generaciones". A su juicio, el foro de anoche fue un ejemplo "de gente comprometida con trabajar por hacer mejor el futuro del planeta".

Una guerra contra la industria contaminante

Robert F. Kennedy se mostró contundente al asegurar que "estamos en pie de guerra; no se trata de convencer a las personas a tomar elecciones sobre lo que compran, sino una guerra contra una industria que quiere hacer lo que sea para ganar dinero a costa de nuestro planeta. La revolución energética nos va a democratizar. Hay una relación directa entre el carbón, la tiranía y la pobreza, exceptuando Noruega. Si hacen ese cambio hacia las nuevas energías no nos van a poder controlar de la misma manera porque va a llegar gratuitamente, y para siempre, a cada casa, pero no podemos porque las empresas no quieren, ponen sus intereses por encima del planeta. Necesitamos un ejército y personas dispuestas a luchar, necesitamos una transición y una sociedad que se comprometa".