El aparcamiento del llamado hospital del Norte, que técnicamente sigue siendo un centro de atención especializada (CAE) con servicio de urgencias, es un monumento a las malas hierbas, con salidas a medio terminar y mucha basura por recoger. Pese a que a finales de 2014 se anunció que la Sociedad Insular para la Promoción de las Personas con Discapacidad (Sinpromi), dependiente del Cabildo de Tenerife, asumiría su gestión, la realidad es que estas dos explanadas asfaltadas siguen en una situación de semiabandono. El estacionamiento da pena, pero el consuelo para los usuarios es que al menos es gratis.

El CAE bautizado como Hospital del Norte se inauguró en julio de 2012 y comenzó a funcionar sin aparcamiento. Los primeros pacientes de la instalación ubicada en el barrio icodense de Buen Paso tuvieron que ingeniárselas para aparcar en varias huertas abandonadas del entorno, ya que en la zona no existían apenas plazas habilitadas.

Unos meses después de su apertura, se acondicionaron dos explanadas de aparcamiento asfaltadas y señalizadas, donde se colocó una caseta y varios elementos de control de acceso que nunca se han utilizado.

Prácticamente desde su apertura, estos aparcamientos han estado dejados de la mano de Dios, sin iluminación ni vigilancia y con algunos desperfectos sorprendentes, como su estrecha y empinada vía de salida. Tras el asfalto, la señalización horizontal y el vallado, los usuarios deben salir por un tramo de unos seis metros de cemento, flanqueados por los deteriorados muros de las viejas huertas.

En algunos de los márgenes no hay muros de contención, así que el aparcamiento linda con paredes de piedra y rocas, donde el rabo de gato crece sin control.

La falta de mantenimiento es tan evidente que el rabo de gato ha colonizado ya parte del asfalto, sobre todo en los márgenes y en la zona más cercana al centro sociosanitario. Uno de los carriles de acceso a la explanada de mayor tamaño ha perdido ya más de un metro a beneficio de la planta invasora Penissetum setaceum.

Probablemente son las malas hierbas, algunas ya convertidas en auténticos arbustos, lo que más llama la atención del aparcamiento de este centro sanitario público.

Junto a los dispositivos que en el futuro controlarán el acceso hay hierbas de hasta un metro de altura y existen varias plazas, en la parte superior del estacionamiento, que corren el riesgo de desaparecer bajo un manto verde.

Junto al muro de contención que da a la vía principal, convertido por partes también en un jardín vertical, hay arbustos que superan los dos metros de altura y tartagueros que ya son más altos que los coches y tienen ramas que descansan sobre los capós.

La basura acumulada en las esquinas está, en muchos casos, decolorada por el sol, lo que da una idea del tiempo transcurrido desde la última limpieza, si es que realmente se ha limpiado en alguna ocasión.

La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias aseguró ayer a EL DÍA que el mantenimiento y la limpieza de este aparcamiento dependen del Cabildo de Tenerife.

Mientras se aclara el futuro de esta instalación pública, largamente esperada por los habitantes del Norte de Tenerife, los usuarios podrán seguir aparcando gratis entre hierbas y basura. Una situación lamentable de muy fácil corrección: bastaría con mandar una cuadrilla a limpiar.