El bajo nivel que registran algunos de los embalses de la Isla debido a la falta de lluvias ha obligado a racionar el agua de riego de alguna balsa de la zona norte de Tenerife. Se trata de una situación que ya se está produciendo en la balsa Montaña de Taco, en Buenavista del Norte, en donde se han efectuado cortes puntuales para tratar de repartir el agua entre los agricultores de la comarca y garantizar que todos puedan llevar a cabo el riego de sus cultivos.

Así lo confirma el secretario de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga), Javier Rodríguez, quien asegura que esta es solo una de las consecuencias del largo periodo de sequía que atraviesa la Isla, donde las precipitaciones parece que no acaban de llegar este otoño. "La situación es límite, pero las administraciones están tomando las medidas necesarias para paliar esta situación", sostiene.

Rodríguez argumenta que además de la situación de la balsa de Montaña de Taco, -que según la última información difundida por Balten a principios de octubre se encontraba al 21% de su capacidad-, el sector también está preocupado por la del embalse de Valle Molina, en Tegueste, que está al 13%. En este embalse se están realizando trabajos de reparación, por lo que aunque llueva "no se va a poder aumentar su capacidad". Aun así, Rodríguez afirma que existe el compromiso por parte de la administración competente de que el nivel no se reducirá por debajo de este porcentaje, para lo que se ha acordado la compra de agua a proveedores privados para garantizar el riego.

El representante de Asaga apunta además que los agricultores de las zonas altas y de medianías de Tegueste también están teniendo dificultades para regar, debido a los problemas que se están registrado en una red que da servicio a las fincas que se localizan en esta zona del municipio. Por lo que han demandado a las administraciones soluciones para evitar el abandono de muchas de estas zonas de cultivo, en donde se plantan principalmente frutales y hortalizas.

Rodríguez también admite que las medidas que se pusieron en marcha hace unos meses, como el aumento de la producción de agua en la Desaladora de Fonsalía, están funcionando relativamente bien y han permitido que no se produzcan cortes en esta zona de la Isla, donde los niveles de sus embalses no superan el 20%.

Además de los cultivos de regadío que se ven afectados por la falta de acumulación de agua en los embalses, los principales afectados por la sequía son los cultivos de secano, como los frutales, que tienen como principal exponente a la viña.

La gerente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Tacoronte-Acentejo, Mari Paz Gil, explica que "la situación empieza a ser preocupante", ya que las viñas arrastran ya varios años de sequía. "El 90% de este cultivo no tiene riego, por lo que la falta de lluvia no puede suplirse con nada", asegura.

Por eso, todas las esperanzas del sector están puestas en que este otoño y invierno se produzcan las condiciones necesarias para que se produzca un correcto ciclo en este cultivo. "Además de lluvia, tiene que registrarse una bajada de temperaturas para que la planta pueda reposar", expone. Gil argumenta que de no ser así, a pesar de que la viña es un cultivo resistente, "lleva dos años sufriendo unas condiciones inadecuadas, lo que hace que recurra a sus reservas", algo que después afecta a la cosecha, que esta temporada al menos en la zona de Tacoronte-Acentejo se ha reducido un 30%.