Red Eléctrica de España (REE) baraja 62 ubicaciones para la nueva central hidroeléctrica de bombeo, reversible o de salto que quiere instalar en Tenerife para fortalecer, diversificar y hacer más sostenible el sistema eléctrico insular. Fuentes de la compañía han confirmado a EL DÍA que el proceso de elección del lugar idóneo continúa en la actualidad y que su intención es construir en Tenerife una central hidroeléctrica "de características similares al proyecto de Chira-Soria", en Gran Canaria, que contará con 200 MW de potencia y tiene un coste que oscila entre 320 y 390 millones de euros.

Fuentes de REE afirman que en la actualidad continúan "los estudios para la identificación y selección de posibles emplazamientos que permitan concretar la viabilidad para una central hidroeléctrica reversible en Tenerife".

"Tras un primer examen, en el que se han estudiado 62 alternativas, se están realizando los estudios de detalle con aquellas opciones más adecuadas atendiendo a parámetros, ambientales, técnicos, económicos y sociales. Entre las que también se encuentra la alternativa de El Tanque-Los Silos (Sibora), entre otras", detallan desde REE.

Fase de análisis exhaustivo

Red Eléctrica subraya que en estos momentos el proyecto se encuentra en una fase "de análisis exhaustivo" y con "una alta variabilidad en función del emplazamiento y los condicionantes técnicos y constructivos". El objetivo de la compañía es identificar "cuanto antes" la alternativa que "cuide al máximo el entorno y sea la más eficiente y sostenible para el sistema", para poder "avanzar en un proyecto que necesita el apoyo y compromiso de todas las administraciones".

Dado el parecido entre los sistemas eléctricos de Tenerife y Gran Canaria, la central que proyecte REE "tendrá unas características similares a Chira-Soria".

Para reducir la vulnerabilidad de sistemas eléctricos aislados como el de Tenerife, REE considera clave "introducir alternativas de almacenamiento de energía, como las instalaciones de bombeo, cuya finalidad principal es la garantía del suministro, la seguridad del sistema y la integración de renovables".

Antes de que la Ley 17/2013 obligara a Endesa a abandonar la posibilidad de contar con su propia central hidroeléctrica, esa compañía desarrolló proyectos para utilizar el bombeo de agua en la generación de electricidad. En 2012, Endesa tenía planificado crear centrales hidroeléctricas entre Los Silos y El Tanque, en la Isla Baja, y también en Santa Cruz de Tenerife, cerca de la presa de Tahodio.

El Plan Hidrológico Insular también contempla 24 posibles ubicaciones para infraestructuras hidroeléctricas en Tenerife. Se trata de los ciclos Los Campitos-Jagua; Valle Molina-El Campanario; Los Rodeos-El Campanario; Huerta Bicho-Guayonge; Aguamansa-Charca de Ascanio; La Lora-Costa Realejos; La Florida-Buen Paso; Reventón-Costa Icod; El Tanque-Sibora; El Palmar-Ravelo; El Patio-Tamaimo; Lomo del Balo-Playa San Juan; Trevejos-Cabo Blanco; Trevejos-Guargacho; El Río-La Mareta (2); Chifira-Los Roques; Los Zarzales-Las Bajas; Los Eres-Polígono de Güímar, y Birmagen-Montaña de Taco. Y los saltos de Vergara-La Guancha; Aripe-Lomo del Balo; Las Llanadas-Cruz Santa, o Altos Icod-El Reventón.

¿Cómo funciona?

Una central hidroeléctrica reversible es una instalación de almacenamiento de energía que cuenta con dos embalses de agua, situados a cotas diferentes. Este tipo de centrales puede funcionar en dos modos: bombeo o turbinación.

El modo bombeo consiste en que el agua se lleva desde el embalse inferior hasta el superior utilizando energía eléctrica de la red, por ejemplo los excedentes de las renovables por la noche, que queda almacenada en forma de energía potencial en el embalse superior.

En los periodos de menor consumo eléctrico, generalmente en las horas de madrugada, se aprovecha la energía renovable que sobra para bombear el agua al embalse superior, donde se mantiene como energía potencial para ser utilizada cuando el consumo aumente, por ejemplo en horas de la mañana.

En el modo turbinación el orden se invierte. El agua va desde el embalse superior al inferior, devolviendo a la red la energía en horarios de mayor consumo.

El agua almacenada en el embalse superior circula por la tubería forzada hasta el embalse inferior, accionando las turbinas de la central e integrando en el sistema la energía renovable previamente acumulada. El agua vuelve al embalse inferior y queda disponible para repetir el ciclo.

Posible impacto

Una central hidroeléctrica de este tipo es una gran construcción con cuatro elementos claves: los dos embalses de agua; la central, que en el caso grancanario estará soterrada, y la gran tubería de conducción, con unas dimensiones de unos cinco metros de diámetro, que en Gran Canaria también se plantea oculta bajo tierra. Además, estas instalaciones deben conectarse a una línea de alta tensión. La previsión en Chira-Soria es conectarla a una de 220 kV. Si en la zona elegida en Tenerife no existe una cerca, será necesario construirla para que la energía llegue a la red. Y ese puede ser uno de sus mayores impactos, si no se soterrara.

Garantía de suministro

Una central hidroeléctrica similar a la de Chira-Soria, con una potencia de turbinación de 200 MW, permitiría mejorar las garantías del suministro insular, pues sería capaz de generar en torno al 36% de la máxima demanda actual de una isla como Gran Canaria.

Seguridad del sistema

La capacidad de regulación que aportaría una central hidroeléctrica permitiría compensar la variabilidad de la producción eólica y mantener estables los valores de la frecuencia, garantizando la seguridad del sistema.

Más renovables

Con una central hidroeléctrica reversible, el sistema eléctrico de Tenerife dispondrá de una instalación esencial para aprovechar los excedentes de energías renovables e integrar una mayor cantidad de energías libres de CO2.

Menos combustible fósil

Este tipo de centrales disminuyen los costes del sistema al reducir las importaciones de combustibles fósiles, más caros y contaminantes. El sistema gana eficiencia y reduce las emisiones de CO2.