Solo se rio cuando le recordaron que "dicen que tiene mal carácter", a lo que asintió, y, a pesar de mostrarse coloquial en muchos momentos de su hora, 14 minutos y 10 segundos de intervención, únicamente soltó un "coño" en la última intervención, cuando respondió a una cuestión referida a las elecciones generales que se avecinan. Habitualmente tiquismiquis cuando se trata de su presencia en prensa, el Pedro Martín presidente del Cabildo de Tenerife se mostró inusualmente elocuente, explícito y directo en sus expresiones. Sin titubeos. No eludió ninguna cuestión de actualidad (carreteras, energía, turismo) ni escondió la gravedad de algunas situaciones (la crisis de Thomas Cook, por ejemplo).

"Creo en los acuerdos, sobre todo cuando no tienes más remedio". Fue su primera sentencia para justificar el diálogo entre partidos a fin de generar gobernabilidad. Con los términos trabajo y negociación renovó su apuesta por una moción de censura que le llevó a la Presidencia del Cabildo hace algo más de dos meses "en aquella sesión extraña". Primer zasca. Como bien nacido que es, agradeció a Ciudadanos y a Sí Podemos "su generosidad para hablar de Tenerife", porque "para ponerte de acuerdo cuando se trata de repartir cargos empleas un rato, tienes tus peleas, pero lo consigues al final; ponerte de acuerdo en los contenidos del gobierno es lo fundamental, porque es donde hay complicaciones y surgen los follones". Pero se manifiesta ilusionado, si bien "aún estamos formando grupo de gobierno y creando equipo".

Gesticular es lo suyo, pero hablar, también. Minucioso en sus escritos, se muestra locuaz sin límite cuando domina el argumentario, algo que ocurre casi siempre. "Tenemos que ponernos las pilas. Hay que reorganizar el Cabildo para hacerlo más efectivo". Aviso a navegantes, los consejeros de su grupo, los primeros; los socios, también. Y el personal, naturalmente.

Por cuestionarse, se cuestiona el holding de 69 empresas en las que está el Cabildo. La respuesta a la pregunta que se hace -"¿servirá para algo?"- marcará el futuro de las sociedades de "la entidad pública de España con más empresas, el doble que la siguiente". Mientras percibe como "interesante" la actividad de Cultesa en pro del desarrollo agrícola de la Isla, lo de poner micro y nanosatélites en el espacio alrededor de la Isla, tarea de Imetisa, le genera dudas. A buen entendedor...

Pedro Martín reflejó ayer la Isla que tiene en la cabeza, esa que quiere para las actuales y futuras generaciones. Con la mano en la cadera o metida en el bolsillo izquierdo cuando llegaba el turno de hablar de lo más grave, el presidente del Cabildo no dudó en realzar el "magnífico equipo de técnicos" con que cuenta Turismo de Tenerife ni en echar un capote al Gobierno canario en su gestión de la crisis de Thomas Cook, presente en varios momentos del Foro.

Escuchando a Pedro Martín, la optimización de los recursos disponibles y en servicio, la evaluación de las necesidades de la Isla y la búsqueda de recursos priorizando las infraestructuras y prestaciones derivadas de ese análisis parecen ser la premisas en la gestión del actual gobierno de Tenerife. Otro ejemplo: la energía.

En este punto le salió la vena de alcalde de Guía de Isora. "El tema de las torres de Vilaflor sigue sin resolverse". Aludía al trazado de la red eléctrica de alta tensión, cuyo recorrido provocó una gran manifestación contraria al paso por el monte de Chasna y que, finalmente, colocó 92 torres en paralelo a la autopista del Sur entre Granadilla y El Vallito, en Adeje. ¿Qué falta? Trece años después, el tramo Adeje-Guía de Isora. Pero Martín empleó el argumento para cuestionar hasta alguna de las energías renovables. Su gran apuesta es la hidroeléctrica. Le gusta porque "no depende de criterios climatológicos". Sencillamente. "Hemos declarado la emergencia climática, algo que suena rimbombante y que te sirve para irlo diciendo por ahí dos días, pero eso tenemos que llenarlo de contenido". Elocuente.

Y sin solución de continuidad, enlazó con el uso del transporte público, con la modernización de Titsa y con la apuesta por la movilidad eléctrica. Pasó de puntillas para meterse en la defensa del sector del automóvil "porque da trabajo aquí, en Canarias. Un problema que pueda haber en Martorell me preocupa porque llegará aquí, de una manera u otra. No tengo una visión ombliguista de la economía ni de la relación que tenemos entre comunidades, quizá por eso no soy nacionalista". Y van... Pedro Martín en estado puro. Y endureció su mensaje.

Lo hizo al hablar de "la dimensión social del Cabildo". No lo dudó porque es un tema que ha abanderado desde su Alcaldía hasta el punto de promover y financiar la única residencia de mayores de la Isla en construcción, la de Guía de Isora, que empezó como un reto al Gobierno canario de entonces, admitió. "No tenemos un marco estratégico de necesidades de Tenerife. Cuando se actuaba se hacía por impulsos". (Siguen los zascas). Pedro Martín defiende esta inversión no solo para ahora, sino para atender a la sociedad envejecida que ya está aquí y los aspectos derivados de tal hecho. El presidente del Cabildo entiende la sostenibilidad no solo desde la perspectiva medioambiental y económica, "es una cuestión también social y humana. Las sociedades sanas son las que cuidan a quienes no pueden valerse por sí mismos. Los follones aéreos y energéticos llegan y pasan, estos problemas sociales permanecen en el tiempo y lo peor es mirar para otro lado".

Quiso concluir así y lo hizo, lo que dimensiona a quien ayer dejó claro que "no pretendo ser el alcalde de la Isla".

Solo el gas puso algo nervioso al presidente del Cabildo. "Lo único que tengo claro es, por indicación de mi partido, que no se está a favor del gas ciudad, pero necesitamos alternativas". Llega así al puerto de Granadilla para pedir responsabilidades a las administraciones: "Este puerto no acaba de arrancar porque está sin terminar, porque la dársena está sin ejecutar. Y como si no pasara nada".

"Soy un poco cuadriculado, limitadito", llegó a autodefinirse irónicamente para defender, al hablar de suelo industrial, la restauración y optimización de los polígonos existentes. Otro ejemplo de la apuesta por optimizar lo que hay, primero; después, planificar y proyectar y, antes, las prioridades. Ayer, Pedro Martín se mostró consciente de lo que hay, de lo que no y de lo que se avecina.

La importancia del lugar de nacimiento

Martín, como lo llamó Julio Pérez Hernández, el consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad del Gobierno de Canarias y que ejerció de "telonero" (sic) del ponente, nació en Guía de Isora hace 54 años. Resaltó esa procedencia para destacar que "no es igual de fácil avanzar siendo de Santa Cruz que de allí". En su rol -"vengo a hablar bien porque es mi papel, pero con motivos, muchos motivos"-, Julio Pérez recurrió a Indalecio Prieto para asegurar que "socialista es el que tiene carné y paga la cuota", como Pedro Martín. Y Pérez se entregó a desarrollar su papel al decir de este psicólogo de formación que "tiene vida más allá de la política. Se puede hablar con Pedro de política, de series de televisión, de literatura, de los niños, de la playa, del matrimonio... Es un ser humano que se dedica a la política, pero piensa en otras cosas". Julio Pérez sostiene que Pedro Martín "es desprendido", poniendo como ejemplo que "deja aquello que más le gusta, que es ser alcalde, y asume la responsabilidad del Cabildo". Miradas Doc y los centros culturales son referencias a las que acudió el consejero regional para poner en valor al presidente del Cabildo más allá de la tradicional política de carreteras y canchas deportivas. Responsabilidad, espíritu de equipo y criterio son otros rasgos que achacó a Pedro Martín.