La plaga de termitas subterráneas Reticulitermes flavipes en Tacoronte y La Laguna se convirtió en noticia en junio de 2017, pero estos insectos originarios de Estados Unidos se asentaron en Tenerife mucho antes, al menos en 2005, cuando se detectaron por primera vez en una casa de una urbanización de lujo en la costa de Tacoronte. Las temidas termitas invasoras llevan al menos 14 años reproduciéndose en el subsuelo, creando nuevos termiteros y avanzando bajo tierra o durante su fase alada, que comenzará en los próximos meses. Llevan años haciéndose fuertes y se tardará años en erradicarlas, si es que aún es posible.

Las administraciones públicas no suelen tener la velocidad entre sus virtudes. La burocracia tiende a alargar los procedimientos de tal manera que, pese a conocerse a ciencia cierta desde junio de 2017, en Tenerife aún no ha comenzado la fase de erradicación de esta especie invasora. El Cabildo insular asegura que está a punto de comenzar el primer gran tratamiento para contener una plaga cuya peligrosidad es una preocupación pública y notoria desde hace ya dos años y cuatro meses.

Para entender la desesperación de los vecinos afectados -al menos 50 han solicitado las ayudas municipales para tratar la plaga en sus propiedades- y de expertos que claman en el desierto, como David Mora, conviene recordar algunas fechas claves de estos años de termitas en la isla de Tenerife.

2005

La fecha de la posible llegada de la plaga de termitas Reticulitermes flavipes a Tacoronte la dio el catedrático de Parasitología de la ULL, exdirector del Instituto de Enfermedades Tropicales de Canarias y vecino de la zona afectada, Basilio Valladares, en 2019. Públicamente desveló que un familiar erradicó la plaga de su chalé en una urbanización de la costa de Tacoronte en 2005.

2007-2008

Continuaron apareciendo casos de viviendas afectadas en la misma urbanización de Juan Fernández, cerca de la Sociedad Tagoro, pero aparentemente lograron controlarse y la plaga no trascendió.

2009

El experto David Mora realiza un tratamiento conjunto en la urbanización Parque Atlántico, en Tacoronte, para acabar con las termitas subterráneas. Utiliza hexaflumurón y erradica la plaga en las casas, aunque aún desconocía que se trataba de la Reticulitermes flavipes.

2010-2013

La plaga continúa su silenciosa expansión con apariciones puntuales en viviendas particulares que son tratadas por diferentes empresas, sin que el problema trascienda del ámbito privado ni se detecte que se trata de una especie introducida. La presencia de numerosas fincas e invernaderos abandonados ayudó a que su expansión no generara alarma.

2014

La plaga comienza a aparecer en viviendas ubicadas a entre 1 y 2 kilómetros del foco inicial. Se sigue tratando de forma privada como una plaga común de termitas.

2016

En diciembre de 2016, en plena fase alada, David Mora empieza a sospechar de que podría tratarse de una especie invasora porque sus alas son más transparentes que las de especies conocidas en Canarias y la península. Las detecta fuera de la urbanización que ya trató en 2009.

2017

En marzo, Mora envía varios ejemplares de termitas halladas en Tacoronte para su análisis genético en la Universidad de Tours, en Francia, donde se confirma que se trata de la Reticulitermes flavipes. Unos meses después, en junio, Mora, a través de la empresa Anticimex, hace público un comunicado en el que alerta de la presencia de esta dañina termita subterránea en la Isla de Tenerife. La noticia no moviliza a las administraciones públicas.

2018

Las noticias sobre la plaga continúan a cuentagotas. En diciembre de 2018, la prestigiosa Journal of Applied Entomology publica el artículo científico que confirma al mundo la presencia de esta plaga en zonas de Tacoronte, La Laguna y Arona. Sus autores son el biólogo David Hernández Teixidor, David Mora, Daniel Suárez y Javier García. La preocupación crece entre la población.

2019

La presión social y mediática empieza a dar frutos. En febrero de 2019, el Ayuntamiento de Tacoronte anuncia el inicio del primer estudio para conocer la extensión de la plaga y una partida de 200.000 euros para ayudar a los vecinos con propiedades afectadas. Se hace público el debate público sobre el uso del hexaflumurón o el diflubenzurón. La sociedad tacorontera se moviliza por lo que consideran inacción de las administraciones públicas. Tacoronte Participa presenta una denuncia en Fiscalía y una queja ante el Diputado del Común, y organiza una manifestación en marzo. En verano concluye el primer estudio sobre la expansión de la plaga en Tacoronte y se crea un colectivo de afectados. En septiembre, por fin se pueden pedir las ayudas municipales para actuar contra la plaga en viviendas. El plazo se cierra con 50 solicitudes. La consejera de Gestión del Gestión del Medio Natural y Seguridad del Cabildo de Tenerife, Isabel García Hernández (PSOE), asegura, a finales de septiembre, que su objetivo es iniciar la primera gran acción pública contra las termitas a finales de octubre. Será a través de Tragsa y prevé colocar más de 4.000 cebos para atajar y mermar la plaga.

2020

El alcalde de Tacoronte, José Daniel Díaz (NC), anuncia que la erradicación a gran escala de la plaga debe desarrollarse "sí o sí" en el próximo 2020, cuando se cumplen al menos 15 años de la llegada de esta amenazante especie invasora. Tanto el Cabildo como el Gobierno de Canarias se han comprometido a reservar partidas económicas importantes para hacerlo posible. El coste del tratamiento global es aún una incógnita, pero se barajan precios que oscilan entre los 3 y los 10 millones de euros, repartidos en al menos cinco años consecutivos de trabajo.

La comisión técnica creada para coordinar las actuaciones contra la plaga de termitas subterráneas seguía sin decidir, al menos hasta el cierre de esta edición, qué tipo de producto termiticida debe utilizarse para acabar con estos insectos en Tenerife. La duda está entre el hexaflumurón, que defienden el ayuntamiento de Tacoronte, expertos como David Mora y empresas como Anticimex, o el diflubenzurón, utilizado por otras empresas como Apinsa. La consejera insular del área de Gestión del Medio Natural y Seguridad, Isabel García Hernández (PSOE), desveló a finales del mes pasado a EL DÍA que desde que los técnicos dieran el visto bueno al termiticida adecuado, el Cabildo encargaría los primeros trabajos de erradicación "de forma inmediata".

Pese a que existe la voluntad política de acelerar al máximo los trámites para que Tragsa empiece a actuar contra la plaga al menos en Tacoronte, los técnicos del Cabildo de Tenerife, del Gobierno de Canarias y de los ayuntamientos implicados, acompañados por expertos de la Universidad de La Laguna (ULL) y de la Universidad de Córdoba, siguen sin emitir el dictamen que dé luz verde al uso de un termiticida en concreto.

La actuación prevista en Tacoronte no tiene precedentes en el mundo, debido a la extensión a tratar y al tipo de terreno, mayoritariamente rústico. Hasta la fecha, los tratamientos masivos contra este tipo de termitas se han realizado sólo en zonas urbanas.

La elección del producto a utilizar puede ser clave para el éxito de la intervención, pero existen tantas dudas que incluso se ha barajado la posibilidad de pedir opinión y un permiso especial al Gobierno de España.

¿Hexaflumurón o diflubenzurón?

Solo existe un estudio de la extensión de la plaga

En la actualidad, solo el municipio de Tacoronte ha elaborado un estudio más o menos riguroso sobre la extensión de la plaga en la localidad. Lo encargó el ayuntamiento, en febrero de 2019, a David Hernández, doctor en Biología por la Universidad de La Laguna (ULL) y firmante del artículo científico que desveló la llegada de la plaga a Tenerife. Esa investigación ha permitido tener un primer mapa aproximado (foto inferior) de la extensión y concentración de estos insectos. El Consistorio de Arona encargó un estudio similar al mismo experto, aunque centrado en una zona muy concreta de Los Cristianos, y el Ayuntamiento de La Laguna, que tiene termitas en la zona de la finca del Apio y la calle Juan Fernández, acaba de anunciar el inicio del estudio para determinar si existen más lugares afectados en Valle Guerra y alrededores. Conocer la verdadera extensión de la plaga de termitas subterráneas es un paso fundamental para iniciar un plan de erradicación riguroso. Será una tarea larga, compleja y sin garantías de éxito, ya que en estos momentos nadie conoce realmente la gravedad de una plaga que crece y se expande bajo tierra.