Si fue un aviso a sus rivales, el mensaje quedó claro: "Es una mujer con mucha capacidad de resistencia, que se toma muy en serio la política". Esa fue una de las consideraciones con las que Antonio Olivera, viceconsejero de la Presidencia del Gobierno, definió a Patricia Hernández (PSOE), antes candidata en varios frentes, ahora alcaldesa de Santa Cruz y, sobre todo y desde hace cinco años, su amiga. Tanto que, como confesión pública, en su casa la conocen como su novia -entiéndase la ironía-, por las constantes llamadas que recibía, a horas algo tardías, en su etapa juntos en el Gobierno de Canarias.

La de Olivera podría tomarse como una frase anecdótica si no fuera que con ella se refería al modo de trabajar con el que Hernández inició su andadura en la Administración, en aquel gobierno regional compartido con Coalición Canaria (CC), que acabó en fracaso pero que, según el viceconsejero, dejó claro que la ahora alcaldesa de Santa Cruz "mantuvo sus principios". "Y lo seguirá haciendo, a pesar de que le pueda costar el puesto, si está convencida de ello", sostuvo.

Poco más o menos, las manifestaciones del viceconsejero, que la regidora escuchó con sonrisa permanente entre el presidente del Parlamento de Canarias, Gustavo Matos -otrora rival en el partido-, y el director general de Prensa Ibérica en Canarias, Francisco Orsini, venían a resumir lo que les espera a sus rivales durante los cuatro años de gobierno recién comenzados. "Es una mujer joven, con capacidad de resistencia y fortaleza", dijo Olivera, que también añadió: "Santa Cruz va a tener alcaldesa para muchos años".

Alabanzas aparte, Hernández subió a su atril sin los nervios de la investidura. Al contrario que ese día, para el que eligió un vestido de cuero rojo, ayer prefirió colores más apagados, tal vez, valga la licencia, por aquello de que el día anterior la isla se había quedado sin luz durante más de nueve horas. Una blusa azul celeste satinada y una falda pantalón de talle alto gris con cinturón ancho. Por cuestiones del guión, el calzado, esta vez, fueron unos zapatos de tacón fino de piel. Nada que ver con las zapatillas deportivas que, constantemente, se mostraron en la pantalla en la que se fueron resumiendo sus visitas a los barrios. "De punta a punta" del municipio, aclaró la alcaldesa, por si había dudas.

De los barrios, que durante meses, en precampaña y en campaña, recorrió con su equipo surgieron los apoyos suficientes que le permitieron dar el salto a la Alcaldía. Con la ayuda, claro está, de los ahora exconcejales de Ciudadanos Matilde Zambudio -presente ayer en el Encuentro de Líderes- y Juan Ramón Lazcano, y los tres de Unidas Podemos. "La primera mujer alcaldesa de Santa Cruz", como recordó el director de EL DÍA, Joaquín Catalán, durante la presentación del acto.

Consciente de que ahí está no solo su presente sino, sobre todo, su futuro, Patricia Hernández volvió a dejar muestras de que quiere hacerse fuerte, si no lo es ya, en los barrios de la capital, en los que siempre basó gran parte de su éxito su principal rival político, Coalición Canaria. "Se acabó el binomio ciudad-barrios. Queremos una sola ciudad, una sola capital", resumió la alcaldesa.

De hecho, no desaprovechó la ocasión para dejarle un mensaje, con toda la intención del mundo, a los nacionalistas. "Una de las frases que más nos repetían los vecinos en nuestras visitas es que por aquí no venía nadie desde los tiempos de Manuel Hermoso", detalló.

Sobra decir que Hermoso tejió durante sus cuatro mandatos (con la UCD y con ATI) una red vecinal en la que Coalición Canaria basó durante años su gran éxito electoral. Más de treinta. Por eso, la mención de Hernández al exalcalde y expresidente del Gobierno canario no solo da fe de que ese puede ser el camino sobre el que camine el nuevo gobierno municipal, que ella lidera, sino que es el que parecen haber olvidado sus sucesores en el cargo, todos de CC.

Y si podía existir alguna sospecha de que Patricia Hernández ha llegado a la Alcaldía de Santa Cruz de Tenerife con falta de bagaje y experiencia, a pesar de las múltiples "batallas" en las que ha estado inmersa, su "novio" Antonio Olivera volvió a dejar clara una cosa: "Es una mujer con mucha capacidad de aprendizaje". Todo un aviso a navegantes.