Cuando a las 13:11 horas de ayer la Isla se quedaba sin luz, era la séptima vez en 20 años que se producía un gran apagón en la provincia de Santa Cruz de Tenerife. Cinco de ellos, con el de ayer, supusieron un cero energético en una isla, cuatro en Tenerife y uno en La Palma. Estos son los antecedentes de los cortes más importantes de suministro eléctrico en la provincia occidental de las últimas décadas, todos provocados por inclemencias del tiempo y averías en las centrales.

Riada de Santa Cruz, 31 de marzo de 2002. El mayor diluvio que se recuerda en la capital tinerfeña, provocado al anclarse una tormenta en la cordillera de Anaga, provocó daños catastróficos en el municipio el 31 de marzo de 2002: 8 muertos, 30 heridos, 500 personas evacuadas, 700 casas afectadas... Cayeron 224 litros por metro cuadrado en dos horas y media, según la medición del Instituto Nacional de Meteorología. Era domingo, como ayer, lo que minimizó las consecuencias. Pero también el sistema eléctrico resultó afectado. El apagón dejó sin suministro durante horas al 80% de la población de Santa Cruz de Tenerife, más de 170.000 personas. La tormenta colapsó los servicios de urgencias, hasta el punto de que el 112 quedó incomunicado durante un par de horas. Unas 100.000 líneas telefónicas sufrieron cortes. Las radios, que pudieron mantener las emisiones gracias a los grupos electrógenos de emergencia, fueron el único medio de comunicación que pudieron utilizar los ciudadanos para seguir los acontecimientos.

Tormenta Delta en Canarias, 28 y 29 de noviembre de 2005. Más de 300.000 personas se quedaron sin suministro eléctrico como consecuencia del paso de la tormenta Delta por Canarias los días 28 y 29 de noviembre de 2005. Los vientos huracanados, que torcieron torres de alta tensión en Tenerife y superaron los 140 kilómetros por hora en la costa y los 200 en el Teide, dejaron un apagón que en algunos casos llegó a alargarse durante una semana en las islas occidentales de La Palma y Tenerife, en esta especialmente en el área metropolitana (Santa Cruz y San Cristóbal de La Laguna, Tegueste, El Rosario) pero también en el sudeste (Arico, Fasnia y la comarca del valle de Güímar). No llegó a producirse un cero energético pero ya en ese momento se generó un intenso debate sobre la resistencia del sistema eléctrico insular a fenómenos tan adversos como el Delta, que causó un muerto y cuantiosos perjuicios en fincas y naves industriales.

Primer cero energético en Tenerife, 26 de marzo de 2009. A las 12:50 de la mañana del jueves 26 de marzo de 2009, toda la Isla se queda sin luz, viéndose afectados los 420.000 usuarios de Endesa. A las seis y media de la tarde, los responsables de la empresa comparecían en rueda de prensa para ofrecer una primera hipótesis sobre lo ocurrido. Señalaron que fue "una avería debido a la caída de un rayo" entre las subestaciones de Arico y el polígono de Güímar lo que provocó que se dispararan las dos centrales de la Isla, las de Caletillas y Granadilla. La descarga se produjo en la línea de transporte de 66 kilovoltios entre las dos centrales, "lo que provocó un cero de tensión". En dos horas se había restablecido el servicio al 50% de la población y a la noche ya prácticamente toda la Isla se había recuperado del primer cero energético. Pero no se habló de otra cosa en los siguientes meses y los expertos, incluidos portavoces de Endesa y Red Eléctrica -responsables del servicio y suministro-, coincidieron en que hacían falta inversiones para fortalecer el sistema eléctrico, con la desventaja de que los de las Islas son aislados y no se pueden conectar a otra gran red en caso de emergencia.

Segundo cero energético en menos de un año, 18 de febrero de 2010. Cuando todavía no se habían apagado los ecos del primer cero energético, llegaba el segundo en menos de un año. A las 12:08 horas del jueves 18 de febrero de 2010, toda la isla de Tenerife volvía a quedarse sin luz. Un fallo en la central térmica de Las Caletillas arrastró a toda la red hasta generar un cero energético absoluto. Como ocurrió el 26 de marzo de 2009, también afectó a los algo más 467.000 clientes que Unelco-Endesa tenía entonces en la Isla. En la madrugada del miércoles al jueves el viento hizo que saltaran varias planchas de la cubierta de la central térmica de Las Caletillas, lo que provocó que se mojaran varios grupos, quedando indisponibles. Finalmente, en uno de los generadores diesel se produjo un cortocircuito, un fallo que hizo saltar al resto de la central y desencadenó una reacción en cadena que afectó a todo el sistema. A la hora y media, el 20% de la población había recuperado el suministro. A las 21:00 horas, el índice era de más del 90%.

Tercer cero energético, 1 de marzo de 2010. Tenerife volvía a quedarse completamente a oscuras por segunda vez en diez días. El apagón se produjo a las 1:19 horas de la madrugada del 1 de marzo de 2010 y la reposición completa no llegó hasta las 6:30 horas. La causa fue un fallo en la subestación de Candelaria que ocasionó la desconexión de toda la producción de la central de Las Caletillas y también la desconexión de la central de Granadilla, con lo que el apagón se extendió a toda la Isla. Por este apagón, Endesa fue sancionada con 600.000 euros. El Tribunal Superior de Justicia de Canarias había fijado la multa en seis millones pero el Supremo la redujo a 600.000.

Apagón en La Palma, 3 de septiembre de 2013. Un fallo en un interruptor de la central eléctrica de Los Guinchos, en Breña Baja, dejó a toda la población de La Palma sin luz durante cinco horas a partir de las tres de la tarde del 3 de septiembre de 2013.