David Mora, jefe técnico nacional del departamento de termitas la empresa de erradicación de plagas Anticimex España, alertó en junio de 2017 de la presencia de las voraces termitas subterráneas Reticulitermes flavipes en Tacoronte. En diciembre de 2018 publicó en la prestigiosa Journal of Applied Entomology, junto al biólogo David Hernández y otros expertos, el artículo científico que confirmó al mundo la presencia de esta plaga en zonas de Tacoronte, La Laguna y Arona. Desde entonces no se ha dejado de hablar de unas termitas cuya población sigue creciendo en el subsuelo sin ningún tipo de control. Mora observa con preocupación la falta de medidas para atacar a un monstruo que se fortalece mientras las administraciones públicas se enredan en su propia burocracia y lanza una dura advertencia: "o se actúa ya o podemos perder la oportunidad de erradicar la plaga".

Mora insiste en que la Reticulitermes flavipes es "una de las especies de termitas más destructivas del mundo. Una especie que la Asociación Nacional de Sanidad Ambiental (Anecpla) califica como el enemigo invisible".

A su juicio, "si no se inicia de forma inmediata la erradicación de la plaga será sólo cuestión de tiempo que alcancen toda la Isla de Tenerife. Y cuando lleguen a cascos urbanos, veremos su verdadero potencial destructivo porque son capaces de destrozar casas enteras".

"Empezar a erradicar los termiteros que crecen sin control bajo el suelo es urgente. No podemos perder más tiempo. Millones de termitas siguen expandiéndose bajo el suelo de Tacoronte y son capaces de invadir unos 8.240 metros cuadrados más cada día que pasa", asegura este experto, que ya ha trabajado en su erradicación en "más de cien viviendas de Tacoronte".

Mora reconoce que Tenerife está muy cerca de "un punto de no retorno" con un coste altísimo para la isla: "Cada día que pasa nos acerca a ese momento en el que será imposible acabar con la plaga. Se ha desperdiciado mucho tiempo y se sigue desperdiciando. Y el monstruo se hace cada vez más fuerte".

Respecto a la próxima fase alada, Mora señala que se pueden colocar placas adhesivas junto a farolas y focos de luz, "como se hace en Azores", pero reconoce que su máxima preocupación "no es esa fase alada, ya que las probabilidades de éxito de los vuelos son muy bajas, sino lo que está ocurriendo bajo tierra y no vemos".

"Me preocupa mucho más todo lo que avanza bajo el suelo. Estamos en una situación de emergencia. Y sigue pasando el tiempo y no se están poniendo los medios para erradicarlas. Su erradicación a gran escala ni siquiera ha comenzado", insiste.

"En ningún lugar del mundo se ha realizado jamás una actuación tan grande como la que es necesario ejecutar en Tacoronte y La Laguna -subraya Mora-. Y cada día que pasa, el problema crece bajo el suelo y podría llegar el momento, quizás en un mes o en un año, en el que acabar con esta plaga sea ya una misión imposible".

"Francia y Chile no tuvieron esta oportunidad"

David Mora, responsable del laboratorio de termitas de Anticimex en Barcelona, destaca que países como Francia y Chile "no tuvieron la oportunidad que tiene hoy Tenerife de acabar con la plaga y ahora saben que van a tener que convivir para siempre con sus dañinos efectos. Tenemos una oportunidad única, aunque requerirá una actuación de una magnitud y extensión sin precedentes".

"No se puede seguir pensando que esta plaga de termitas subterráneas es un problema de Tacoronte. Es un problema de todos, por eso tanto el Cabildo como el Gobierno canario deben implicarse para que se empiece a actuar lo antes posible. La situación es crítica y esas termitas llevan años expandiéndose bajo el suelo", advierte. Al menos desde 2005.

Mora comparte la necesidad de elaborar estudios como el de Tacoronte, con estacas de madera repartidas por zonas afectadas, pero insiste en que "si al contactar con los termiteros no iniciamos la erradicación de forma inmediata, simplemente estamos alimentando al monstruo y facilitando su expansión".

"Lo que está pasando con la Reticulitermes flavipes en Tenerife es tan absurdo como si a mí me dicen que tengo una enfermedad para la que existe un tratamiento efectivo, pero yo decido seguir haciéndome pruebas y estudios sin tomarme nada para curarme", sentencia el experto David Mora.