El alcalde de Tacoronte, José Daniel Díaz (NC), reconoce a El Día que en su municipio se viven momentos de preocupación máxima ante la inminente fase alada de las termitas subterráneas invasoras Reticulitermes flavipes, que se desarrollará entre octubre y noviembre. El consistorio busca junto a técnicos y empresas especializadas fórmulas para tratar de reducir al máximo la expansión de la plaga cuando unas alas temporales permitan a algunos de estos insectos emprender vuelos de entre 100 y 400 metros lineales. Una expansión que, en el peor de los casos, duplicaría la zona actualmente afectada, que abarca unos 1,7 millones de metros cuadrados en Tacoronte y La Laguna.

Para tratar de evitar que las termitas invasoras vuelen a zonas no afectadas, el consistorio se plantea instalar una red de focos de gran potencia en lugares donde ya estén instalados los cebos antitermitas, de manera que, durante la noche, los insectos acudan directamente a zonas afectadas donde se trabaja en su erradicación.

Díaz alerta de que en la actualidad, gracias al estudio elaborado por el biólogo David Hernández, Tacoronte cifra en 1,7 millones de metros cuadrados las zonas afectadas. Sin embargo, para actuar contra la plaga, se ha considerado necesario actuar en una superficie mayor, de unos 2,6 millones de metros cuadrados. Teniendo en cuenta que el coste por metro cuadrado del tratamiento contra estas termitas es de 3,41 euros, según informa Díaz, el precio de acabar con la plaga actual, en un periodo de entre 4 y 5 años, ronda los 8,8 millones de euros.

"Por eso es tan importante evitar que la plaga siga expandiéndose, ya que los costes se dispararían", advierte el alcalde de Tacoronte.

Respecto a las últimas declaraciones del consejero regional de Transición Ecológica, Cambio Climático y Planificación Territorial, José Antonio Valbuena (PSOE), Díaz señaló que le preocupa que "vuelva a hablar de que este problema es competencia municipal, pues en las últimas reuniones de coordinación quedó claro que el Cabildo asumiría la gestión de la plaga y, para ello, se aprobó una inversión de 270.000 euros para establecer un cerco de control alrededor de las zonas afectadas".

Díaz espera que el Cabildo siga asumiendo el tratamiento de erradicación de estas termitas en las zonas rústicas, mientras que el ayuntamiento se encargará de las zonas urbanas, "lo que según nuestros cálculos costará alrededor de 1,6 millones de euros".

El estudio en Arona aún no está terminado

El biólogo David Hernández, al que Arona encargó el estudio de un posible foco de la plaga en Los Cristianos, aseguró ayer a El Día que pese al anuncio de Valbuena, que descarta la presencia de la plaga en el Sur, ellos empezaron hace poco a trabajar en la zona y ni siquiera han realizado una primera revisión completa. Hernández desconoce qué información maneja Valbuena, pero su equipo aún debe averiguar si la plaga está o no en Arona.