La desaladora de Fonsalía ha incrementado la producción de agua en los últimos días con el objetivo de aumentar las reservas de la balsa de Lomo del Balo, en Guía de Isora. El objetivo es poder hacer frente a las consecuencias de la sequía, que ha puesto en riesgo este año diferentes cultivos de la Isla. De esta manera, en el caso de que la falta de lluvia aumente la demanda de este recurso por parte de los agricultores del sur de la Isla, se contará con reservas suficientes. El consejero insular de Agricultura, Ganadería y Pesca, Javier Parrilla (PSOE), apunta que la instalación aumentará su producción en 4.000 metros cúbicos de agua al día, una cantidad que equivale al agua necesaria para llenar casi dos piscinas olímpicas.

Este incremento en la producción de agua desalada tendrá un coste de 130.000 euros, que asumirá de forma íntegra el Cabildo de Tenerife. Con esta decisión, la Corporación tinerfeña cumple con el compromiso establecido con los agricultores de esta comarca, que han demandado soluciones para las restricciones de consumo que han tenido lugar en años anteriores.

La Isla concatena ya más de tres años seguidos con unos niveles de precipitaciones inferiores a la media. Una situación que los agricultores afirman que está poniendo en riesgo los cultivos de secano, en especial, a las papas, que este año se han visto muy afectadas por la polilla como consecuencia de la falta de lluvias; la viña, ya que la sequía ha sido uno de las factores que han ocasionado la pérdida del 50% de la cosecha de uva; y el cereal, cuya producción ha sido muy mala esta temporada.

Parrilla asegura que la intención es que este incremento de la producción de agua desalada en Fonsalía se mantenga durante todo el año, ya que habrá algunos meses en los que el coste se reduzca.

El bombeo de agua hasta las balsas para evitar restricciones ya se había llevado a cabo con anterioridad, afirma el consejero insular y pone como ejemplo el que se hizo para aumentar el nivel de la balsa de Los Partidos, en El Tanque, a la que se suministró 5.000 metros cúbicos de agua hasta que se situó al 35% de su capacidad.

Según los datos aportados por Balten, el nivel medio de los embalses de la Isla a principios de este mes se situaba en el 36%, lo que significa que Tenerife cuenta con una reserva de 1,8 millones de metros cúbicos de agua almacenados en las diferentes balsas. "Ahora mismo estamos en unos niveles similares a los que se registraron por estas fechas el año pasado", indica Parrilla.

Los niveles de algunas de las balsas del norte son superiores a los que se registraron el año pasado. Este es el caso del embalse de La Cruz Santa, en Los Realejos, que este año se encuentra al 81%, mientras que en el mismo mes de 2018 el nivel estaba en el 34%. Sin embargo, en otras ocurre lo contrario, como en el caso de San Isidro en Granadilla de Abona, que mientras que el año pasado por estas fechas se encontraba al 70%, actualmente no supera el 13%. Una bajada motivada, según Parrilla, por haberse visto afectada durante nueve días por la rotura de la canalización en Los Moriscos.

Los niveles también son bajos en embalses como El Palmar, en Buenavista, con solo un 8%; el de Valle Molina, en Tegueste, que se sitúa en el 13%; o el isoriano Lomo del Balo, que a fecha 2 de septiembre se encontraba al 17%.

Para el consejero insular de Agricultura, Ganadería y Pesca el futuro de la agricultura en la Isla pasa por incrementar la producción de agua desalada y regenerada. En este sentido, apunta al buen funcionamiento que está teniendo la experiencia que se está desarrollando en Valle de Guerra, donde la EDAR de la zona está surtiendo de agua de riego a los agricultores de la comarca. Un proyecto que quiere replicarse en Adeje a través de su estación depuradora de aguas residuales. "Se está trabajando ya para que pueda ponerse en marcha", señala el consejero insular.

Parrilla afirma que según los informes técnicos la calidad del agua regenerada que se está produciendo en las instalaciones tinerfeñas es "óptima", ya que los niveles de conductividad son los apropiados para que esta agua se destine al riego agrícola.

Las claves

  • La Isla atraviesa su tercer año con valores pluviométricos por debajo de la media. Una situación que está afectando a los cultivos de secano, en especial, a las papas, la viña y los cereales, que ya arrastran pérdidas en su producción.
  • Los datos pluviométricos recogidos por Agrocabildo indican que en algunos puntos de la Isla este año ha llovido menos de la mitad de la media registrada entre los años 2001 y 2016. Este ha sido el caso de zonas como Guía de Isora, Arico o Vilaflor.
  • La desaladora de Fonsalía aumentará su capacidad de producción para hacer frente a las consecuencias de este déficit hídrico. En concreto, producirá 4.000 metros cúbicos de agua más cada día. El objetivo es aumentar las reservas para que el nivel de los embalses no se reduzca demasiado.
  • Los embalses de la Isla se encuentran de media al 36% de su capacidad, un porcentaje muy similar al que registraron por esta época el año pasado. Sin embargo, el nivel de algunas balsas es preocupante como es el caso de El Palmar, en Buenavista, Valle Molina, en Tegueste o Lomo del Balo, en Guía de Isora. Esta última será la que se beneficie del incremento de producción de agua desalada en Fonsalía.
  • El consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca de la nueva Corporación tinerfeña, Javier Parrilla (PSOE), afirma que desde el Cabildo se está trabajando para paliar esta situación. Bajo su punto de vista, el futuro de la agricultura en la Isla pasa por la utilización de agua depurada y desalada.