Güímar celebró ayer la jornada de regreso de Nuestra Señora del Socorro a la parroquia de San Pedro Apóstol, que comenzó por la mañana con la ofrenda floral atlética y vivió sus momentos más emotivos y esperados con el descanso para limpiar el rostro de la imagen, en La Tahona, y el tradicional juego de pares y nones esperando por la llegada de la virgen, en la calle de El Calvario. La procesión solemne continuó hasta la noche, cuando la sagrada imagen fue recibida en el atrio de la parroquia güimarera de San Pedro. El día terminó con la verbena popular en la plaza.