Miles de personas participan desde esta mañana en la Bajada del Socorro, que parte a las siete de la mañana desde la iglesia de San Pedro hasta el caserío, donde esta tarde tendrá lugar a las 19:00 horas el traslado a la Cruz de Tea para la tradicional ceremonia de los guanches. Y eso, sin darse tregua, en un ambiente festivo que se prolongará hasta mañana, cuando a las 17:00 comience la subida de la Virgen. Es entonces cuando se revive la tradición de los pares o nones en la que Juan Pedro del Pino Santos -conocido familiarmente en Güímar como Cheo- se encarga de cuidar algunos detalles. Hace ya años que le hizo la promesa a la Virgen del Socorro de hacer lo posible para que la fiesta siembre tuviera las almendras para los pares o nones, en agradecimiento de que le diera salud y fuerzas para cuidar a su madre, que estuvo enferma de alzhéimer y en silla de ruedas. Y cada septiembre Cheo cumple su promesa que lo une al cielo.

Desde hace casi cuarenta años ha traído los frutos desde Arguayo, en Santiago del Teide, que luego entrega a Javier Eloy Campos para que los reparta en unas bolsitas que se venden a un precio simbólico, y ese dinero que se recauda se destina a la asociación de lucha contra el cáncer.

Hace una semana, Cheo, apenado, informó a Javier Eloy de que solo había conseguido cinco o seis kilos de almendras para los pares o nones porque no había llovido y apenas se había podido recolectar almendras en Santiago del Teide.

Esta situación motivó no pocos quebraderos de cabeza tanto a Cheo como a Javier Eloy, a sabiendas de que la cantidad que tenían era insuficiente para la demanda que habitualmente hay, y más este año que coincide con un domingo.

Al final, consiguió que un vecino de Güímar le diera "unos puñados grandes", entre treinta y cuarenta kilos. Cuanto recogió las almendras, llamó a Javier Eloy y le dijo: "Este años salimos por la puerta grande". Para Cheo, fue casi milagroso que pudiera recolectar las almendras para cumplir con la tradición de la Subida de mañana. "Aquí hay muchos matrimonios de pares o nones; antes era una forma de conquistar la mujer al hombre, o el hombre a la mujer. Algo tan sencillo como llevar dos o tres almendras en la mano y decirse uno al otro: ¿pares o nones? Si acertaba, te daban sus almendras, y si perdía, te las daban a ti". Lo que siempre se gana: amigos en la Subida del Socorro.