La Bajada del Socorro, en Güímar, la romería más antigua de Canarias congregó este sábado a unas 80.000 personas, casi el doble que en la anterior edición. La plaza de San Pedro fue testigo un año más de la salida de la Virgen, después de la misa que presidió el obispo de la Diócesis de Tenerife, Bernardo Álvarez.

A las siete y diez, los guanches sacaban a hombre a la Virgen del Socorro de la iglesia, mientras los bailarines solfeaban con sus pies el ritmo de los tambores y en el cielo estallaban los fuegos artificiales que se lanzaron desde la explanaba que habitualmente, no este sábado, se utiliza como aparcamientos, detrás del Casino de Güímar. Literalmente, no cabía un alma.

Detrás de los primeros puestos, que ocuparon el presidente del Cabildo, Pedro Martín; el alcalde de Güímar, el socialista Airám Puerta, y su primer teniente de alcalde, el nacionalista, Gustavo Pérez, dirigentes de CC, como Carlos Alonso, o el hoy senador y hace unos meses mandatario regional, Fernando Clavijo, que comentó a uno de los peregrinos que ya que no había asistido el presidente canario actual, el socialista Ángel Víctor Torres, sí había acudido él.

En la romería más antigua de Canarias llama la atención que que las camisetas con la imagen estampada de la Virgen del Socorro sustituya al atuendo típico, los habituales del trayecto recomiendan hacer el recorrido delante de la imagen, para que evitar que los siete kilómetros de distancia entre la iglesia y el caserío acaben por pasar factura a la espalda del romero.