La Caseta es el nombre del Centro Rural de Candelaria. Se trata de una edificación antigua utilizada por los camioneros hoy restaurada y reconvertida en espacio municipal para, como durante la tarde de ayer, celebrar una jornada de conservación y difusión de costumbres y valores vinculados a la medianía de la Villa Mariana. Bautizado como "pequeños ganaderos", el encuentro es el primero del programa Descubre el origen de los alimentos, que durante tres horas acercó el sector a los más pequeños del lugar.

Los niños tocaron y olieron a los animales propios de una granja (gallinas jabadas, una oveja canaria de pelo, una cabra tinerfeña del norte, un cochino negro canario y una yegua), supieron qué comían, sus características, su ciclo de vida y reproductivo y los subproductos que se obtienen del animal. La tarde dispuso de talleres con cera de abeja, una cata de miel, una exposición de cereales, una demostración de elaboración de queso, un ejercicio de amasado de gofio y se acercaron a un expositor de panales de abeja.

La jornada inaugural de Descubriendo el origen de los animales fue la más rural de las seis sesiones que están programadas. Los pequeños volverán hoy a La Caseta para sembrar vegetales, conocer el ciclo de su cultivo y su transformación (de millo a gofio, por ejemplo), aprenderán cómo utilizar las plantas para generar aromas y hasta convertirán botellas de plástico en macetas o elaborarán figuras con barro. Pero la tecnología también llega al mundo rural, y los pequeños la conocerán.