Las conclusiones a las que ha llegado el equipo técnico que inspeccionó el número 12 de la calle Fuerteventura de El Fraile, desalojado al filo de la medianoche del viernes pasado, es que "solo existen daños en uno de los pilares, el central", que presenta un estado de deterioro por oxidación. Consecuentemente, determinan que "no se trata de una afección estructural, sino localizada".

Así lo hizo público ayer el gobierno municipal de Arona, explicando que la situación permite realizar los trabajos en dos fases. En la primera, se tratará y reforzará la columna central, trabajo que se completaría en un tiempo estimado de dos semanas. Concluida esa parte de la obra, "los propietarios podrán regresar a sus hogares, siempre y cuando se garantice la seguridad del inmueble por parte de la dirección técnica de los trabajos".

La segunda fase consistirá en fortalecer el resto de pilares del edificio que, "a día de hoy (por ayer), no están dañados", pero que deberían estar también reforzados "como garantía de seguridad futura".

Un hecho relevante y que destaca el gobierno local es que tanto la planta cero como la azotea y las viviendas "no presentan ninguna fisura".

El área de Urbanismo del Ayuntamiento de Arona redacta el informe preceptivo a la resolución del deber de conservación, documento con el que los propietarios podrían comenzar los trabajos necesarios que garanticen la seguridad del inmueble. "Una resolución que podría estar entregada hoy y, consecuentemente, iniciar las obras que se requieren en el pilar central del edificio.

El concejal de Urbanismo, Luis García, indicó que de las conclusiones técnicas se desprende que "el edificio parece que está en buen estado, ya que no se observan fisuras en las demás plantas". Construido hace 30 años, el edil espera que la comunidad de propietarios pueda comunicar al consistorio el inicio de los trabajos de refuerzo, "que esperamos que se realicen lo antes posible".